Sin humanos y submarinos, así ve Microsoft los nuevos data centers
Ben Cutler admite que la primera vez que escuchó la idea, de un centro de datos que funcionara en el fondo del océano pensó que era una locura.
Esa idea la escuchó de Sean James, un ingeniero miembro del equipo de nube de Microsoft en 2013 y quien fue parte de la marina estadounidense y tenía conocimientos de tecnología submarina. “Descubrió que había cosas que podrían ser benéficas para la industria de data centers”, recuerda Cluter.
Cluter explica que después de evaluar los costos y procesos de manufactura, distribución y vida útil de un centro de datos convencional contra lo que podría lograrse si se hacía lo mismo bajo el agua, aprovechando la energía de las olas y la marea, Microsoft dio luz verde al Proyecto Natick en 2014.
Tras diversas investigaciones en 2018, se puso el primer centro de datos de 12.2 metros de largo bajo el agua, en algún punto alrededor de las islas escocesas Orcadas.
Aunque el centro de datos está diseñado para operar sin manipulación humana hasta por cinco años, Cluter dijo que en una primera fase, la cápsula estará a prueba bajo el agua por un año, tras lo que se evaluarán las posibilidades comerciales de este formato en el mercado de data centers.
“Si tenemos éxito con este proyecto podremos demostrar las oportunidades de negocio y qué ofertas de mercado se podrían explotar. Imaginamos que esta oferta, a futuro, podría aprovechar energías de las corrientes, mareas y olas, y es una opción para aprovechar energías renovables en este mercado”, dice Cluter.
La idea de llevar los centros de datos al océano se desprende de la idea de utilizar menos energía para mantener funcionando tanto poder de cómputo, pero con energías renovables, además de ampliar la capacidad de los centros de datos a medida que hay más cosas conectadas a la red y se requiere mayor acceso a los datos.
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En 2015, Greenpeace presentó un reporte que reveló que 2% del total de las emisiones de carbono estaban relacionadas a la industria de TI y a los centros de datos convencionales.
Tras reportes de organizaciones en pro del medio ambiente, en los últimos años Facebook, Google, Apple y otras tecnológicas han migrado sus centros de datos a tecnologías sustentables, en los que por ejemplo, la temperatura se controla con energía hídrica.
Cluter menciona que la cercanía a las costas y el ahorro en tiempo de instalación de estos centros es menor al que se ocupa en aquellos convencionales.
“50% de la población en el mundo vive a unos 200 kilómetros de una costa, por lo que si ponemos estos centros de datos aquí, el acceso a los datos es mucho más fácil de como se hace ahora y a un costo menor”, dijo.
En tiempo de instalación, un centro de datos en tierra tarda entre 18 a 24 meses, mientras que las cápsulas acuáticas tardan 90 días.
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Hacia futuro, Cluter advierte que no podría definir aún si el formato de centros de datos submarinos será lo que prevalezca; sin embargo, podría ser una opción para atraer nuevos clientes y dar más poder de cómputo.
“Ya tenemos data centers cada vez más inteligentes y conectados y es un mercado muy dinámico que cada vez ofrece más opciones y esta es una de ellas”, dice.