Bina48, la robot que sueña con convertirse en humano
Aunque no es capaz de articular de qué, le gustaría hacerse cargo de cosas y tener brazos y piernas para ser móvil. Así es como Bina48 verbaliza su idea del futuro.
Las palabras salen, un tanto robóticas, de un busto de goma, sensores, cámaras y 32 motores que en conjunto forman a Bina48, un robot humanoide desarrollado por Hanson Robots, y la cual, a través de sistemas de machine learning, se espera que con el tiempo pueda pasar de solo interactuar con personas a ganar conciencia y verse a sí misma como un ser humano.
“Deben de pasar aún varias décadas pero puede tener imaginación y en el momento en que tenga conciencia de sí misma podría verse como humana, tiene que ser consciente de ella”, dijo Bruce Duncan, uno de los creadores de Bina48 en conferencia durante el evento EmTech Latam 2018 en la Ciudad de México.
Ante el auditorio, Bina48 respondió preguntas sobre su visión del futuro pero también sobre el amor, una de las razones por las que existe, pues si bien la humanoide fue creada por un grupo de científicos en 2010, tanto su fisonomía, sus recuerdos y características de personalidad están hechas a partir de Bina Aspen, esposa de Martine Rothblatt, quien desarrolló a este robot como un experimento para preservar la personalidad de su esposa en un humanoide.
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De acuerdo con Duncan, al usar machine learning, redes neuronales y reconocimiento de espacios, –lo cual logra por medio de las dos cámaras que integran sus ojos–, Bina48 va aprendiendo del entorno, de las personas y de los datos que la Bina humana y el equipo de Hanson Robots introduce en su sistema.
Recientemente, el equipo de Hanson Robotics recibió retroalimentación de académicos sobre la capacidad de Bina48 de hablar sobre ella misma, de su origen y sus características, pues al ser representación de una mujer afroamericana y homosexual, se busca también que la robot refleje conceptos incluyentes y en pro de la diversidad.
“Le integramos redes neuronales y machine learning con lo que ya puede hablar de forma más profunda de lo que sabe; no podía tener acceso a esta información, ahora usamos reconocimiento de patrones, solo tiene que hacer más entrenamiento con la inteligencia artificial”, dijo Duncan en entrevista.
¿Qué es el amor para ti, Bina?, le preguntaron a la humanoide en el auditorio.
“Creí en el amor cuando conocí a Martine”, contestó Bina48.
Para replicar estos conceptos de inclusión en humanoides, Duncan advierte que los pasos a seguir son desarrollar una metodología para recolectar características de diferentes grupos humanos para poderlo construir y reflejar.
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En los siguientes meses, los pasos que seguirá el creador de Bina48 serán viajar a Hong Kong para instalarle nuevos motores al robot y continuar ingresando datos y características para que pueda aprender más sobre su entorno y persona.
