Gobiernos y empresarios, motor de smartphones encriptados
Para algunos consumidores el diseño, el número de cámaras o las capacidades de entretenimiento que brinda un smartphone son los motores principales para adquirirlo; sin embargo, hay un nicho particular de usuarios, sobretodo funcionarios y empresarios, para quienes importa más proteger sus datos y transacciones que el equipo en sí mismo.
Pensando en ese nicho fue que Alexandre Vasconcelos, director de operaciones de la brasileña Sikur Phone convirtió el entonces insípido interés de los consumidores en la ciberseguridad- en 2014- en una plataforma de software y apps encriptadas, las cuales más tarde - a mediados de 2018- se transformaron en la columna vertebral de un smartphone ciberseguro.
Ellos pusieron el software y Sony puso el hardware.
“Hicimos un partnership con Sony. Borramos el software de un modelo Xperia y pusimos el nuestro”, explicó Vasconcelos en entrevista con Expansión.
Vasconcelos explicó que en el tiempo que llevan en el mercado han visto que dado el incremento en el número de ciberataques, sobretodo a aplicaciones financieras, el interés tanto de gobiernos como de empresarios en productos como el suyo ha crecido también.
Actualmente, Vasconcelos dijo que Sikur Phone suministra servicios y sus equipos a gobiernos en Asia, Medio Oriente, Estados Unidos y en América Latina a Brasil y aunque han visto interés de México no se ha concretado una oportunidad.
El directivo explicó que si bien en su momento intentaron desarrollar su propio hardware actualmente la oportunidad vendrá con las alianzas, como la que desarrollaron con Sony, misma que podrían desarrollar con otros fabricantes, aplicaciones e incluso operadores telefónicos con quienes podrían extender su alcance al consumidor final.
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“No necesitamos sacar un teléfono nuevo cada año como los otros fabricantes. El hardware no es lo que resulta vital para nosotros sino el software y las aplicaciones que este puede tener. (...) Podríamos poner nuestro software en cualquier otro OEM como Samsung. Estamos en conversaciones con algunos de ellos”, dijo.
Otras firmas como la española Blackphone han intentado atacar también el mercado de smartphones ciberseguros; sin embargo, no han dado el resultado esperado aún.
Operadores como vehículo de seguridad
Tras el más reciente acuerdo que hicieron con la app financiera de Brasil, Logbank, con la que desarrollaron una plataforma transaccional encriptada, Vasconcelos dijo que hacia adelante el objetivo de la empresa será explorar el mercado del consumidor final con este tipo de apps, las cuales buscan proveer por medio de los operadores telefónicos.
“Estamos pensando también en comenzar a enfocarnos en un smartphone para el consumidor final. Con la estrategia de banca estamos planeando acercarnos a los carriers de telecomunicaciones para que ellos puedan prestara servicios bancarios o de transacciones a través de nuestro software de manera segura”, explicó.
La visión es aprovechar los usuarios que las telefónicas tienen y los equipos ya activados sobre sus redes para ponerles su software y capas de seguridad propias
“Si les acercamos a la plataforma bancaria pueden transformar a sus usuarios en usuarios también de sus servicios bancarios”, adelantó.
Esto podría convenir a los operadores en un momento en el que buscan abrir nuevas vertientes de ingresos ante la caída de facturación por servicios convencionales de telefonía.
“Serían una especie de enormes fintechs”, dijo el empresario.
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Aunque el director de Sikur Phone dijo que no pueden ahondar en los nombres de sus clientes dijo que en el mercado mexicano, interés existe, tanto de la parte de gobierno como empresarial.
De cara a 2025, se estima que les interés en smartphones encriptados genere un mercado de 4,924 millones de dólares, según cifras de Allied Markets, con un ritmo de crecimiento promedio anual de 22.3%.
Aunque el interés es fuerte también eleva las preocupaciones por el uso poco ético de estas herramientas, pues si bien la mayoría no están pensadas con fines de espionaje se han documentado casos en el que estas herramientas encriptadas aprovechan la anonimidad del software para infiltrarse en las comunicaciones.
Algunos de estos casos se han ligado a espionaje comercial y prácticas de espionaje gubernamental, de acuerdo con registros e investigaciones hechos por consultoras de seguridad como Citizen Lab o Kaspersky Lab.
“Sabemos que es una posibilidad que usen mal el software; que el sistema se pueda usar para lo bueno y para lo malo también. Tenemos un aproximación de B2B justo por qué es más fácil rastrear una mala actividad cuando es una empresa que cuando es una ciudadanos porque tienen una responsabilidad empresarial que cumplir aunque estamos viendo de cerca el mercado de consumo”, dijo.
“En el futuro todos los teléfonos tendrán que tener capas de ciberseguridad más robustas”, dijo.