Reseña: primeras impresiones de la nueva MacBook Pro con chip M1
En Expansión tuvimos la oportunidad de utilizar la nueva computadora de Apple, la MacBook Pro, equipo que ya cuenta con el chip propietario de la tecnológica.
La nueva MacBook Pro de Apple integra su nuevo chip M1 de 5nm, elaborado por la tecnológica. (Isabel Ferguson)
Isabel Ferguson
La primera vez que me senté a usar una Mac fue cuando tenía 8 años, en 1993, y mi papá trajo a casa una Macintosh Quadra 610 (en ese entonces Centris) que luego convirtió en una Power Macintosh con una tarjeta. Yo no elegí usar Mac, era lo que mi papá decidió tener en casa por múltiples razones. Así que mientras todos en la escuela jugaban “Prince of Persia” y usaban las “raíces” para entrar a diferentes espacios de su computadora, yo simplemente la prendía y ya estaba ahí, en mi pantalla principal con mis programas y otros juegos que mis amigos no conocían.
Les cuento esto como contexto, porque me considero como un usuario promedio de Apple. Hemos estado juntos por décadas, a veces he invertido en lo más nuevo, en otras he esperado algunos años para hacer el cambio, pero he visto la evolución de la marca por décadas.
Hoy, tengo la oportunidad de tener en mis manos un equipo que representa un nuevo paso para Apple, la primera MacBook Pro con un chip de 5nm elaborado por la empresa, el M1, pero además de eso, es el fin de una era de chips Intel.
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Otra vez, no es la primera vez en mi vida que veo a Apple cambiar de chips y de arquitectura. Me ocurrió cuando pasó de PowerPC (lo que conocí en mi infancia) a Intel. ¿Sufrí en ese momento? No. ¿Mejoró el rendimiento de mi siguiente computadora frente a la anterior? La respuesta es sí. Y eso mismo, es lo que está pasando hoy. La diferencia es que de ahora en adelante, como en muchos de sus productos, Apple está apostando por depender de sí mismo y controlar el proceso y los resultados que dan sus equipos.
Con la nueva MacBook Pro M1 mantengo la experiencia que les cuento en un inicio, para mí Apple siempre ha sido consistente en permitir que sus usuarios abran sus computadoras y “ya están ahí”, usándolas desde el primer momento. Claro, cada vez con mayor potencia y rapidez. Aclaro, por eso en estas reseñas comparo Apple vs. Apple, porque considero que son experiencias diferentes contra otras marcas.
Ahora, las primeras impresiones van en ese sentido. Es una computadora potente y rápida. Reacciona mucho mejor que los modelos anteriores de Apple que he utilizado y no solo para lo que hago día a día, sino para procesos que necesitan más poder, como editar un video.
Las aplicaciones que aún no han sido optimizadas, funcionan de manera adecuada, con buen rendimiento. Por ejemplo, en mi caso utilicé una versión de Photoshop que no es nativa para esta computadora y aún así, la respuesta fue más veloz que en mis otras computadoras. Para aquellas que aún están en transición, pueden funcionar a través del proceso Rosetta 2, sin problema.
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Obviamente en las aplicaciones de Apple, la experiencia es muy buena, abren en segundos, no se traban, puedes tener varias (más de cinco) abiertas, sin que le pegue al procesamiento. En el caso de edición de video en una app como iMovie, por ejemplo, aunque no es tan exigente como una suite de Adobe o Final Cut, la edición fue rápida, sin pararse, entregándome el video en pocos minutos. También al utilizar aplicaciones diseñadas para iPhone o iPad, la computadora corre bastante bien, aún con muchas otras ventanas y apps abiertas al mismo tiempo.
Lo relevante aquí es que pasar de una aplicación o ventana a otra fue prácticamente instantáneo, trabajar con una fotografía de varias capas y de gran tamaño, no representó un dolor ni un exceso de esfuerzo para la computadora, tener abierta una app de música, una app para mezclar sonidos, una app de iPhone al mismo tiempo, más mi navegador, de verdad, la experiencia fue dar clic y ya estar ahí en cada una de las aplicaciones y usos que realicé.
La nueva MacBook Pro con chip M1 de Apple me permitió tener varias aplicaciones abiertas a la vez, sin perder potencia y con la posibilidad de pasar de una a otra en segundos. (Isabel Ferguson)
La otra buena noticia, es tener una batería que dura prácticamente todo el día sin importar la cantidad de aplicaciones y procesos que se hacen. En un día normal de edición sencilla de video, uso de photoshop, más de 3 videollamadas, procesamiento de texto, uso de alguna app de iPhone o iPad, la MacBook Pro logró sobrevivir unas 14 horas de uso.
El uso del TouchBar está presente, y en esta ocasión, lo encontré bastante útil, por ejemplo al navegar en internet con la posibilidad de abrir nuevas pestañas, o señalar marcadores e incluso para subir y bajar volumen, complementar mensajes con las sugerencias de palabras, entre otras cosas. De igual manera, el TouchID es una buena forma para desbloquear la computadora y descargar nuevas aplicaciones sin tener que meter el Apple ID cada vez. Es una experiencia cada vez más integrada a la de un iPhone o una iPad.
Muchos consideran que es un error no haber cambiado el diseño con esta nueva generación. Pero ahora, la pregunta es, ¿de verdad necesitaba un cambio de diseño? Creo que la propuesta de Apple funciona y si algo funciona, ¿por qué cambiarlo?
Ahora, lo que sí es que en términos de entradas, seguiremos necesitando un adaptador (dongle) ya que solamente tiene entrada para para audífonos y USB-C.
La MacBook Pro cuenta con dos entradas de USB-C, por lo que para utilizar otro tipo de cables se necesitará un adaptador. (Isabel Ferguson)
En general, creo que mi experiencia con esta nueva computadora de Apple es positiva. Además, si nos basamos en el precio creo que es una buena opción versus su símil con el procesador Intel. Por ejemplo, una MacBook Pro con chip M1 de pantalla de 13 pulgadas, memoria unificada de 16GB y SSD de 512 tiene un precio de 45,499 pesos, mientras que la MacBook Pro con procesador Intel Core i7, con 16 GB de memoria unificada y almacenamiento de 512 GB tiene un precio de 57,499 pesos.
