Twitter finalmente está incorporando una de las funciones más anticipadas por Elon Musk: los mensajes directos encriptados, una característica que equipara a la plataforma con algunas otras redes sociales, como WhatsApp o iMessage para cuidar la privacidad de los usuarios. Pero en este caso tiene una diferencia sustancial: se debe pagar para acceder a ella.
De acuerdo con la empresa, el objetivo de esta herramienta es que “si alguien nos pone un arma en la cabeza, nadie pueda acceder a sus mensajes”, resalta en un blog, por lo que aún están trabajando en ella para alcanzar esta meta.
La manera en que funcionarán los mensajes cifrados es que la última versión de Twitter (en iOS, Android o Web) generará dos claves para el dispositivo. Una de ellas será pública y se registra cuando el usuario inicia sesión, mientras que la segunda será privada y nunca saldrá del dispositivo, por lo que ni siquiera Twitter tendrá acceso a ella y su contenido.