Muchos de los insumos que necesitan los electrónicos son minerales y metales preciosos, que van desde oro hasta tungsteno o titanio, mismos que se usan en líneas de producción, ya sea para construir robots, smartphones o computadoras. Sin embargo, algunos de estos materiales provienen de países en conflicto, donde no se garantizan los derechos humanos para su extracción.
Las tecnológicas dependen de la extracción de ‘minerales en conflicto’
De acuerdo con un informe de Amazon, pedido en 2023 por la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC), la tecnológica señaló estar consciente de que varios de los materiales primarios que usan para fabricar algunos productos podrían provenir de países como la República del Congo, Burundi, Tanzania o Angola.
“La mayoría de estos proveedores certificaron que: no utilizaron oro, estaño, tungsteno o tantalio en partes o componentes de nuestros productos; no obtuvieron estos minerales de la República Democrática del Congo o de un país adyacente, conocido como la región del RDC; (...) los proveedores restantes aún están completando investigaciones de sus cadenas de suministro”, señala el documento que es público .
Esto significa que la empresa no puede descartar haber obtenido minerales de países africanos donde las milicias que violan los derechos humanos se financian a través de la minería. Estos países son la República Democrática del Congo (RDC), la República del Congo, la República Centroafricana, Sudán del Sur, Uganda, Ruanda, Burundi, Tanzania, Zambia y Angola.
Un informe más detallado de Statista señala que tanto Apple como Alphabet, la empresa matriz de Google, informaron que las fundiciones integradas en sus cadenas de suministro podrían procesar minerales de seis de los 10 países del continente africano mencionados anteriormente.
Meta enumera cinco de estos países en su informe , mientras que Microsoft afirma tener motivos para creer que los minerales de dos de los 10 países registrados podrían acabar en sus productos. Sin embargo, la lista de países proporcionada por Alphabet se actualizó por última vez en 2021 y ha estado ausente de su CMR anual desde 2022.
La RDC es uno de los países más ricos en recursos minerales del mundo, pero también uno de los más afectados por conflictos armados y pobreza extrema. Las milicias y grupos armados han controlado muchas de las minas de minerales, utilizando la violencia para mantener su dominio. Esta situación ha llevado a una crisis humanitaria prolongada, con millones de personas desplazadas, altos niveles de violencia, y una economía devastada.
Para mitigar estos problemas, iniciativas como la Guía de Diligencia Debida de la OCDE y programas como la Iniciativa de Minerales Responsables (RMI) han sido creados para ayudar a las empresas a rastrear el origen de los minerales y asegurarse de que no financian conflictos.
Además, desde 2010, los importadores estadounidenses de materias primas están obligados a revelar sus fuentes de posibles minerales de conflicto en virtud de la Ley Dodd-Frank.
Desde el 1 de enero de 2021, en la Unión Europea existe una normativa similar destinada a frenar la financiación de las milicias violentas, en particular en la RDC y los países vecinos, donde dichos grupos controlan la minería de estaño y coltán. En la década de 1990, el término "diamantes de sangre" cobró una gran atención en este contexto, haciendo referencia a las piedras preciosas extraídas en Sierra Leona y Angola y vendidas por grupos rebeldes para financiar sus operaciones.