El gobierno de Claudia Sheinbaum busca imponer su poder ante el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). El Ejecutivo, a través de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), busca dar revés a la licitación de espectro 5G que ha emprendido el Instituto. Pero detrás de este movimiento se encontraría el interés por preservar la banda de 2.5 MHz para Altán Redes.
La banda 2.5 MHz y Altán: la disputa del gobierno de la 4T contra el IFT
Dentro de la subasta de espectro IFT-12, el aún regulador de las telecomunicaciones busca colocar 40 Megahertz de la banda de 2.5 MHz, cuya frecuencia es una de las más codiciadas por las compañías de telefonía móvil, gracias a su capacidad para ampliar la red de 5G a nivel nacional.
Esta banda es clave para el despliegue de redes de alta velocidad, ya que ofrece un equilibrio entre cobertura y capacidad, permitiendo una transmisión eficiente de datos en áreas urbanas y rurales.
Uno de los operadores que ha mostrado interés por esta banda es Altán Redes, una compañía Pública-Privada donde el gobierno se ha convertido en el accionario mayoritario al existir sólo un inversor privado: Morgan Stanley.
La compañía ha buscado acceder a esta frecuencia mediante una figura legal diferente a la que estipula la subasta del IFT. Altán ha sugerido que la banda de 2.5 Megaheartz sea establecida como “un bien no discriminatorio para garantizar el uso óptimo de la banda”, como fue catalogada constitucionalmente en su momento la de 700 MHz y por cuyo motivo pudo acceder a su totalidad, de acuerdo con los comentarios que emitió la propia compañía en julio pasado en la consulta pública del IFT para la subasta de espectro que ahora se busca cancelar.
La propuesta de Altán implicaría que se le entregue el espectro de manera gratuita. Pero el Instituto decidió licitar la banda de 2.5 MHz sin esta figura y haciéndola pública, significando que Altán deba competir con AT&T y Telcel para hacerse de la frecuencia. Esta situación sería uno de los motivos por los que ahora el gobierno de Sheinbaum Pardo busca cancelar la subasta.
José Merino, titular de la Agencia de Transformación Digital de Telecomunicaciones (ATDT), refirió el pasado viernes en la conferencia matutina de la presidenta, que varias de las bandas de espectro que busca subastar el IFT son compatibles con Altán para ofrecer servicios 5G.
“Algunos cachitos de espectro (que serán licitados) como la (banda) de 600 MHz puede permitir a un proveedor de telefonía celular proveer o crecer los servicios de 5G. Hay frecuencias parecidas a la de 700 MHz que tiene Altán. (…) entonces, nosotros creemos que como está la licitación no es apropiada sobre todo por el tema de cobertura social”, expuso el funcionario.
Dar el revés a la licitación del IFT daría tiempo al gobierno morenista de incluir en el Programa Nacional de Atribución de Frecuencias que las bandas 2.5 MHz, 3.5 MHz y 600 MHz - idóneas para 5G- sean asignables a entidades públicas para que el Estado las entregue directamente a jugadores como Altán.
La administración de Sheinbaum Pardo podría invocar lo que estipula la Ley de Radiodifusión en el artículo décimo séptimo “para garantizar el uso óptimo de las bandas 700 MHz y 2.5 MHz (se usen) bajo principios de acceso universal, no discriminatorio, compartido y continúo”.
“Puede entenderse la consecuencia de eso (la cancelación de la licitación) que es por la banda de 2.5 MHz. José Merino sabe que la única forma de garantizar esa banda es a través de un régimen no discriminatorio, justo como lo sugirió Altán, pero para hacer esto surge la cuestión de si tendría que haber algún señalamiento a nivel constitucional como lo hay para la banda de 700”, explicó Adolfo Cuevas, expresidente comisionado del IFT.
La empresa presidida por Carlos Lerma enfrenta presiones para transitar a la quinta generación en redes. Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Operadores Móviles Virtuales (AMOMVAC), le ha pedido ofrecer capacidad 5G para competir de manera frontal con compañías como Telcel y AT&T.
Altán actualmente ofrece capacidad 4.5G debido a que sólo cuenta con la banda de 700 MHz, cuyo espectro permite dar cobertura a zonas de menos de 5,000 habitantes y sentar la base de 5G. Pero si la empresa adquiere la frecuencia de 2.5 MHz y la combina con su espectro de 700, podría desarrollar plenamente una red celular de quinta generación para comercializar servicios masivos.
Sin embargo, Altán no cuenta con el músculo financiero para adquirir nuevas bandas de espectro. A pesar de salir de concurso mercantil en 2022 y obtener dos financiamientos por parte de la Banca de Desarrollo, la compañía enfrenta problemas económicos para pagar la explotación del espectro de 700 MHz, de acuerdo con fuentes con conocimiento del tema. La empresa adeuda alrededor de 500 millones de pesos.
Pero si el gobierno decide entregar la banda de 2.5MHz, esto implicaría mayores subsidios para Altán quien ahora mismo opera de manera asimétrica por los impagos del espectro de la frecuencia de 700 MHz. Además de traer una mayor distorsión e incertidumbre en el mercado móvil donde operadores como Telcel y AT&T deben pagar hasta el 30% de sus ingresos para acceder a espectro para ampliar sus redes 5G, cuyo costo termina trasladado a los usuarios.