“Pasamos de tener un 16% de usuarios que usaban IA a un 27% en solo seis meses y eso ha sido en parte por la experiencia que tienes a la hora de interactuar con sus equipos inteligentes”, detalló en una conferencia junto con otros expertos en este tipo de herramientas, en el Tech Forum de San José.
Algunos refrigeradores inteligentes ya cuentan con tecnología para hacer la despensa en línea equipados con sensores que detectan el nivel de los alimentos o cámaras que permiten ver su contenido a través de una app. Estos electrodomésticos pueden conectarse a plataformas de comercio electrónico y realizar pedidos automáticos cuando detectan que algo se agota.
Esto obliga a las tiendas en línea a realizar ajustes. Por ejemplo, en la recurrencia, los comercios deben tener una dinámica más automatizada, priorizando productos que cumplan con estándares de reposición automática. Esto podría significar crear sistemas más robustos de inventario y envíos.
“La llegada de más usuarios al e-commerce pone en jaque a muchas tiendas en la identificación de los hábitos de sus usuarios, lo importante es captar a quienes son más fieles y saber de qué forma llegan a tu sitio, navegan y deciden hacer la compra, la recurrencia y los cambios que pueden existir por temporalidad, de esta manera es posible hacerles llegar cupones o promociones personalizadas”, señaló Antonio Fajer, CEO de Pentafon, una compañía en la experiencia de centros de contacto.
Carolina Milanesi, fundadora y analista principal en The heart of tech, señaló que las marcas pueden empezar a diseñar planes de suscripción enfocados en alimentos básicos, ajustados al consumo detectado por los refrigeradores. Esto implicaría una mayor retención de clientes, pero también una mayor competencia en optimizar precios y logística.
“Al conocer el historial de consumo de los hogares (gracias a los datos de los gadgets inteligentes) los comercios podrían ofrecer recomendaciones mucho más precisas y segmentadas, como productos que complementen hábitos específicos de consumo”, indicó Milanesi en una conferencia durante el Tech Forum de Samsung en San José.
Las decisiones de compra serían más “invisibles” y delegadas a algoritmos. Las tiendas en línea podrían centrarse en experiencias más visuales y emocionales para productos no básicos, mientras los básicos se gestionan automáticamente, de acuerdo con los expertos.
Sin embargo, no todo es una buena noticia, pues los ecosistemas cerrados podrían volverse más comunes. Por ejemplo, un refrigerador de una marca específica podría favorecer las compras en la plataforma de su fabricante o de socios estratégicos, limitando la competencia.
En el caso de los centros de contacto, Fajer señala que uno de los principales cambios que ha visto por parte de sus clientes de comercio electrónico está enfocado en automatizar este tipo de respuestas para hacer la experiencia más llevadera y por ende optimizar el trabajo del talento humano en otros temas.