Y es que las ofertas deportivas en vivo son una forma estratégica para entregar publicidad segmentada a un público más amplio, lo cual ha generado que las empresas de streaming se sientan motivadas a generar más contratos en este sentido e impulsar sus ganancias.
Según datos de un estudio de Comscore para Latinoamérica realizado en 2024, el 84% de los usuarios han tomado al menos una acción tras ver anuncios en su televisor mientras ve algún contenido de streaming, lo cual demuestra que la publicidad en televisiones conectadas a servicios de streaming resulta muy efectiva.
Por otra parte, en el caso de Amazon, el director ejecutivo de la empresa, Andy Jassy, ha mencionado la intención de que su plataforma de streaming, Prime Video, sea rentable para finales de 2025 y esta estrategia sería la forma más clara para alcanzar este objetivo a través de importantes inversiones en materia deportiva.
En México, la empresa llegó a un acuerdo para transmitir los partidos de las Chivas de Guadalajara en la Liga MX, mientras que en países como Estados Unidos gasta alrededor de 3,000 millones de dólares para tener los derechos de transmisión de las ligas profesionales más importantes del país, como la NBA o la NFL.
El deporte, además de atraer a nuevos suscriptores, también evita la rotación de las personas hacia varias plataformas, un fenómeno que ha ido creciendo en los últimos años, debido al aumento de oferta de servicios de video bajo demanda y que responde a datos como el de la consultora Bango Latam, la cual destaca que el 30% de los usuarios de streaming en el país paga por servicios on demand deportivos.
Amazon y Disney, trabajo en equipo
Si bien los eventos deportivos se han afianzado como la nueva oferta que hace destacar a las plataformas de streaming, la integración de nuevos competidores a la vertical ha generado el problema de saturar los derechos de transmisión y una forma para abordar este aspecto es colaborar con otros grandes jugadores.
En el caso del basquetbol profesional, Amazon y Disney se asociaron en un contrato de 11 años valuado en 77,000 millones de dólares para obtener la transmisión de los partidos. “La idea es clara: aumentar los contenidos deportivos más buscados”, comentó Tejero en una entrevista previa a Expansión en noviembre pasado.
Pero Amazon no es la única empresa de streaming interesada en el contenido deportivo. Netflix también ha generado sus propias iniciativas para impulsar este tipo de eventos en vivo. A finales del año pasado, la competencia transmitió una pelea de alto perfil entre el influencer Jake Paul y el ex boxeador Mike Tyson. Asimismo, la empresa alcanzó un acuerdo con la NFL para transmitir el partido de Navidad y con la WWE para transmitir sus luchas semanales, además de los grandes eventos mensuales.
En el caso de la liga de futbol americano, la empresa pagó alrededor de 150 millones de dólares para poder transmitir los juegos correspondientes entre el 2024 y el 2026 y si bien el monto es bastante considerable, la realidad es que fue una estrategia exitosa.
La audiencia, según datos de Netflix, fue de más de 30 millones de espectadores en 218 países, un promedio mayor al que registraron las cadenas estadounidenses CBS, Fox y ABC en los mismos partidos del año pasado, el cual fue de 28 millones.
Por otra parte, el combate entre Paul y Tyson atrajo a 65 millones de personas y los planes para el futuro de la compañía de streaming también incluye una asociación para transmitir las Copas Mundiales Femeniles de la FIFA entre 2027 y 2031.
Con base en ese éxito, se espera que las compañías de streaming compitan para asegurar los derechos de los deportes más codiciados, es decir, aquellos con las bases de fanáticos más significativas. En México, el caso de Prime Video y las Chivas es representativo por la base tan fiel de seguidores que tiene.
Si bien el deporte de mayor arraigo en México es el futbol, la negociación por los derechos de transmisión es con cada equipo y no con la liga. Es por esta dificultad que, explica Tejero, han buscado otros deportes como la NBA, NFL y UFC para ampliar su base de seguidores y diversificar el modelo de la transmisión.
“Es un espacio cada vez más competido y los servicios de streaming estamos en la búsqueda de ampliar nuestro catálogo de contenido deportivo, ya que no sólo ayuda a atraer nuevos suscriptores, sino también a su retención; la gente que llega por estas propiedades deportivas se queda”, detalla.