Galloway, además de ser un inversor de startups tecnológicas, también es un filántropo que dona su dinero a asociaciones para la prevención del suicido entre varones jóvenes. Por ello, alertó sobre el impacto que las ideas de estas personas pueden tener en estas poblaciones.
“Musk dice que su hija, después de haber transicionado, está muerta para él (…) ¿Eso es lo que significa ser un hombre? Los modelos de rol, esta idolatría de la tecnología y el dólar, producen sólo algunos de los hombres más malos con poder”, mencionó.
No obstante, reconoció que estas personas y empresas gozan de la indulgencia de los usuarios. “Quizá es un estándar doble para juzgar su comportamiento, donde lo personal no se relaciona con lo profesional y así decidimos que existen nuevos ídolos, nuevos Jesuscristo”.
La importancia de regular a las tecnológicas
Otra de las facetas de Galloway es la de podcaster. Comparte un espacio con la prestigiosa periodista especializada en tecnología, Kara Swisher, donde hablan del acontecer de la industria. Desde este sitio han hecho críticas y destacado la necesidad de una mayor regulación del poder de los líderes tecnológicos.
“Europa ha sido un poco más agresiva y van en el camino correcto de la regulación”, apuntó. “Pero en los Estados Unidos hemos decidido que esta es una nueva superclase de billonarios que no están sujetos a las mismas reglas”.
Esta postura, por un lado, ha generado una profunda división en la sociedad, especialmente en la estadounidense, además de un entorno que permite a los tecnológos no tomar responsabilidad de sus acciones.
“Los más poderosos en los Estados Unidos son realmente muy silenciosos. Existe un tremendo dominio de la cobardía”, dijo en referencia a la presencia de los líderes tecnológicos en la investidura de Donald Trump. “Ahora mismo, la cosa más sorprendente en los Estados Unidos es que las personas que controlan o tienen mucho que decir, no están hablando”.
Asimismo, criticó el hecho de que los productos que generan estas empresas de tecnología, incluidas las innovaciones alrededor de la Inteligencia Artificial, están aprovechándose de una generación de jóvenes ansiosos y depresivos.
El mayor peligro es la soledad
Galloway afirmó que si bien la IA está en un proceso de evolución marcado y constante, el principal peligro no es la tecnología por sí misma, sino la soledad que se ha generado a su alrededor y de lo cual se aprovechan las grandes compañías.
“Las empresas más inteligentes y de más poder de la humanidad tienen una misión: producir una especie asexual y asocial de personas que no hacen nada sino mirar a su teléfono porque si solo miran a su teléfono todo el día, pueden monetizarlo”.
Al respecto resaltó su preocupación de evolucionar hacia una nueva especie, principalmente de varones jóvenes, que no tienen redes sociales más fuertes en el mundo físico, lo cual los haría más susceptibles a los algoritmos.
¿Por qué pasar por el esfuerzo de intentar hacer amigos cuando puedes ir a Discord o Reddit? ¿Por qué pasar por el dolor de ponerse un traje y aplicar para un trabajo cuando tal vez puedes ganar dinero en Coinbase o en RobinHood negociando criptomonedas?, cuestionó.
Este tipo de dinámicas, concluyó, hacen a los varones más solitarios y, por lo tanto, propensos a contenidos misóginos y nacionalistas. Por ello, en medio del MWC 2025, un evento donde se convoca a algunos de los líderes de la industria, hizo un llamado a crear nuevos modelos positivos para los hombres, además de invitarlos a tomar medidas para crear un futuro más equitativo y sostenible.