La desaceleración económica que enfrenta el país ha comenzado a tener impactos en la conectividad. El segmento de recargas móviles no ha logrado regresar a los niveles de gasto que desembolsaban los usuarios en 2020, cuando era de 164 pesos, mientras que en 2023 fue 155 pesos, según datos de la ENDUTIH.
La desaceleración económica golpea a las recargas móviles en México

Las recargas de saldo se han convertido en el esquema al que recurren ocho de cada 10 mexicanos para acceder a datos y minutos de telefonía desde sus smartphones. En México al cierre de 2024, existen 150.1 millones líneas móviles, de las cuales 123.2 millones corresponde a este segmento, pero pese a ser un segmento más económico respecto a los planes, los consumidores han comenzado a moderar su pago.
Esta situación ha sido reportada por operadores como Telcel. Daniel Hajj, CEO de América Móvil, aseguró que el entorno económico de México ha provocado que los consumidores modifiquen la frecuencia de su consumo de recargas, así como de su gasto, llevando a la empresa a reportar un menor ritmo de ingresos en ese segmento que representa el 81.6% de su base total de suscriptores, pero que ha sido compensado con las ventas de planes de telefonía.
“Cuando se observa una desaceleración en la economía mexicana, el primer impacto en el que se refleja es en las recargas de prepago”, aseguró el directivo en conferencia con analistas por motivo de los resultados fiscales del último cuarto de 2024.
Rolando Alamilla, gerente de investigación de mercado de la consultora The Ciu, comentó que la pandemia modificó el gasto promedio y la frecuencia de las recargas. Previo a la crisis sanitaria, la tendencia del segmento de prepago era incrementar el desembolso como la periodicidad de la compra de saldo de tiempo aire, pero la economía y las nuevas alternativas de conectividad como son las redes abiertas de WiFi, ha hecho que los mexicanos mermen su erogación.
El especialista precisó que en la actualidad la frecuencia de las recargas es de 1.4, es decir, una compra de tiempo aire que es complementada con redes WiFi abierta, evidenciando un estancamiento en el aumento del gasto en este esquema de telefonía. Pero que también implica que los usuarios no puedan conectarse de manera completa en su cotidianidad.
“Aunque el sector (telecomunicaciones) es benévolo y necesario, tener crisis y hablar de una posible recesión, sumado a la incertidumbre por los aranceles, genera inquietud en el mercado y en los usuarios, por lo que se podría ver afectaciones en el prepago pero no tan grave”, explicó Alamilla.
Los precios de los servicios de telecomunicaciones se han mantenido por debajo de la inflación hasta febrero de 2025, según el último dato de Inegi, sin embargo, el aumento de la este indicador a 3.7% provocó que otros productos de la canasta básica incrementaran su precio, supone un reto para que los mexicanos puedan destinar mayor presupuesto a la telefonía móvil, ya que las personas también se refugian con el internet fijo.