Amazon, por ejemplo, destaca la importancia de analizar normativas y cambios regulatorios para adaptarse rápidamente. De acuerdo con Bloomberg News, la compañía considera un plan de expansión de almacenes de 15,000 millones de dólares para cerca de 80 nuevas instalaciones logísticas en ciudades y zonas rurales de Estados Unidos.
La fuente añadió que el gigante de comercio electrónico canceló pedidos de varios productos fabricados en China y otros países asiáticos. Estas cancelaciones se hicieron sin previo aviso, lo que llevó a los proveedores a sospechar que se trataba de una respuesta a los aranceles.
Las empresas chinas que venden productos en Amazon se preparan para subir los precios a Estados Unidos o abandonar ese mercado, de acuerdo con Reuters.
"No se trata solo de una cuestión de impuestos, sino de que toda la estructura de costes se ve totalmente desbordada", dijo Wang Xin, directora de la Asociación de Comercio Electrónico Transfronterizo de Shenzhen, que representa a más de 3,000 vendedores de Amazon.
China es un jugador importantísimo para Amazon, pues alberga alrededor de la mitad de los vendedores. De acuerdo con el proveedor de servicios de e-commerce SmartScout, solo en Shenzhen hay más de 100,000 empresas registradas en la plataforma de ventas online, que generan ingresos anuales por unos 35,300 millones de dólares.
Este miércoles, el diario Financial Times publicó un artículo en el que señaló que algunos vendedores independientes de Amazon y Walmart están trasladando sus productos fabricados en China a almacenes canadienses en un intento estratégico por evitar los aranceles estadounidenses.
Esta estrategia pretende preservar los márgenes de beneficio y evitar el pago de aranceles estadounidenses, manteniendo al mismo tiempo el inventario cerca de su mercado principal.
Reuters apuntó que ningún otro país se acerca siquiera al poder de consumo de Estados Unidos, lo que limita significativamente la producción que el resto del mundo puede absorber y aumenta el riesgo de que se intensifiquen las guerras de precios entre los exportadores chinos, lo que reducirá la rentabilidad.