Los retos
Sin embargo, también hay espacio para mejoras. Liliana señala que ciertas decisiones automatizadas de la plataforma deberían ser consultadas previamente con los negocios.
“Entiendo que las plataformas tienen un algoritmo que automatiza ciertas acciones, pero en ocasiones me aparecen promociones activas que yo no autoricé. Me da la impresión de que si una promoción funcionó bien en el pasado, el sistema la vuelve a activar automáticamente”, agregó Liliana.
La propietaria explicó que este tipo de acciones automáticas llegan a afectar sus márgenes de ganancia, aunque no detalló en qué medida.
De cara al futuro, este sector también se enfrenta a la implementación de seguridad social para repartidores de aplicaciones de delivery en México, que si bien representa un avance en derechos laborales, igualmente plantea desafíos regulatorios y económicos.
La nueva normativa, que entrará en vigor en junio de 2025, establece que los trabajadores de plataformas digitales que generen al menos un salario mínimo mensual tendrán acceso pleno a la seguridad social, mientras que aquellos con ingresos menores serán considerados trabajadores independientes con protección contra accidentes de trabajo.
Este cambio podría impactar directamente en las tarifas para los usuarios o comercios, pues las plataformas deberán asumir costos adicionales por las cuotas obrero-patronales, lo que podría traducirse en un ajuste en los precios de los servicios de entrega.
Además, la falta de claridad en la tabulación de la seguridad social y la categorización de los repartidores como empleados o trabajadores independientes sigue siendo un tema de debate.
A medida que el mercado continúa evolucionando, la clave será encontrar un equilibrio entre tecnología, transparencia y sostenibilidad para que este modelo beneficie tanto a los restauranteros como a los consumidores y repartidores.