El desfile forma parte de las celebraciones organizadas por America250, la fundación designada por el Congreso para conmemorar el Semiquincentenario de Estados Unidos, que se celebrará formalmente en 2026.
Aunque su misión oficial es unir al país bajo un espíritu patriótico, la organización está rodeada de controversias desde su creación, y hoy se encuentra en el centro de una disputa política, empresarial y ética sobre el papel del sector privado en actos públicos con fuertes connotaciones partidistas.
En un comunicado publicado el 9 de junio, America250 anunció nuevos “socios estratégicos” que aportarán “recursos, ideas y experiencia” al esfuerzo conmemorativo. Entre los nombres destacan compañías como Oracle, Palantir, Amazon y Coinbase, todas con intereses económicos y vínculos con el gobierno federal.
Lockheed Martin, una de las mayores contratistas del Pentágono, confirmó su participación a través de un portavoz, quien destacó el “espíritu de innovación” como una motivación para unirse a la celebración.
La elección de la fecha de este desfile coincidirá con el cumpleaños número 79 de Donald Trump, quien durante su primer mandato insistió en realizar un evento militar similar al del Día de la Bastilla en Francia.
Aunque Trump no figura oficialmente en el programa, su sombra recorre cada paso de la organización. Uno de los copresidentes de America250 es Chris LaCivita, exdirector de campaña de Trump y actual asesor en su nueva administración.
La influencia del presidente y sus aliados sobre el evento genera fricciones incluso dentro del sector corporativo. Meta, por ejemplo, había prometido 10 millones de dólares a America250 en 2021, posicionándose como su principal patrocinador fuera del gobierno federal. Pero tras denuncias de mala gestión, sexismo y favoritismo dentro de la fundación, la empresa se retiró abruptamente del acuerdo en 2022.
Este mes, después de que The Verge pidiera aclaraciones sobre la presencia del logotipo de Meta en los comunicados de America250, la organización eliminó discretamente su nombre de la lista de patrocinadores. La empresa que dirige Mark Zuckerberg asegura que ya no es parte del esfuerzo, aunque deja abierta la puerta a una posible colaboración futura.
Otros gigantes corporativos, como Coca-Cola y Walmart, mantienen su apoyo al proyecto. La plataforma de intercambio de criptomonedas Coinbase anunció su colaboración durante la Conferencia Bitcoin 2025, mientras que marcas de automóviles como Chrysler, Dodge y Jeep se sumaron a través de la campaña America Made Us.
En paralelo, empresas como FedEx, Nextdoor y Scott's Miracle-Gro aparecen en materiales promocionales, junto con organizaciones conservadoras financiadas por los Koch y marcas asociadas al entorno de Trump, como la UFC y Phorm Energy, de Anheuser-Busch.
Más allá de los logotipos, la pregunta central es cuánto de este evento celebra la historia de Estados Unidos y cuánto responde a una agenda política contemporánea. El secretario del Ejército, Dan Driscoll, defendió en el Congreso el gasto estimado de entre 25 y 45 millones de dólares como una “oportunidad única” para atraer nuevos reclutas.
Sin embargo, el desfile también incluye zonas VIP para donantes, conciertos con artistas afines a Trump y una fuerte narrativa nacionalista que preocupa a analistas y organizaciones civiles.
Para algunos, el involucramiento de compañías tecnológicas y de defensa en un evento con tintes electorales representa además un riesgo reputacional.