Palantir nació con la promesa de usar big data para “proteger a los vulnerables”. La firma es una empresa de software especializada en integrar y analizar grandes volúmenes de datos para gobiernos y empresas. Sus plataformas son Gotham, Foundry, Apollo y AIP, mismas que se usan en sectores como defensa, salud, energía, banca y logística. Entre sus clientes empresariales están Airbus, Ferrari, BP y Morgan Stanley.
Además, dos décadas después, su software Gotham es utilizado por agencias como la CIA, el Pentágono y, por supuesto, ICE, la temida agencia migratoria que busca, rastrea y deporta personas en situación irregular. Su contrato más reciente con esa oficina asciende a los 30 millones de dólares y convierte a la firma en el sistema nervioso central de la maquinaria antiinmigrante de EU.
Karp se autodefine como un liberal europeo que estudió en Stanford y Frankfurt, pero sus actos recientes lo ubican más cerca de Mar-a-Lago que de Berkeley.
Aunque en 2024 votó contra Trump, en 2025 critica el “wokeismo”, la prensa progresista y el “narcisismo moral” de Silicon Valley.
De hecho, la carta a inversionistas del primer trimestre de 2025 presume que “ninguna otra empresa” tiene la capacidad de operar en el “caos” como Palantir, y Karp lo comercializa. En este primer periodo, la empresa reportó 884 millones de dólares en ingresos, con un 39% de crecimiento interanual. Es decir, la compañía es el unicornio preferido de las agencias que quieren más control y más datos biométricos.