La creación de una Comisión Reguladora de Telecomunicaciones (CRT) levanta suspicacias en el sector. La manera en la que se busca asignar a los puestos del Pleno de la CRT minaría la autonomía del órgano desconcentrado de la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones (ATDT), advirtieron especialistas.
La Comisión Reguladora no tendrá autonomía y violaría el T-MEC
En la nueva propuesta de política de telecomunicaciones, se plantea que la presidenta Claudia Sheinbaum elija a los cinco comisionados que integrarán el Pleno de la Comisión Reguladora, quienes después serían ratificados por el Senado.
José Otero, analista del sector en América Latina, advirtió que esta decisión pone en riesgo la independencia de los comisionados, ya que al ser nombrados directamente por la mandataria podrían carecer de autonomía para resolver asuntos clave del sector.
El tema revive uno de los principales debates del primer borrador de la política: en ese documento, se otorgaban facultades regulatorias excesivas a la Agencia de Transformación Digital, lo que generó críticas por su cercanía con el Poder Ejecutivo y por el riesgo que implicaba para las decisiones colegiadas del sector.
“Pero ahora cuando se ve la reforma y la creación de la Comisión Regulatoria de Telecomunicaciones donde se habla de un ente descentralizado totalmente, nos damos cuenta que sigue dependiendo del Ejecutivo Federal y esto hará que sea este poder quien decida si procede o no una decisión”, advierte Otero en entrevista en el marco del Convergencia Show MX 2025.
Esta visión es compartida por Jorge Moreno Loza, abogado especializado en telecomunicaciones, al considerar que a pesar de que el dictamen señala que la CRT contará con una decisión colegiada, la decisión de política de telecomunicaciones no recaerá en la Comisión.
"Esta decisión sin duda generará inconformidades por su falta de especialización y porque no existirá una independencia efectiva", dijo Moreno.
A esto se suma la incertidumbre si los aspirantes contarán con un perfil especializado en temas de política pública, regulación, espectro radioeléctrico, ingeniería y economía, cuyos conocimientos son relevantes para crear e implementar las reglas con las que operarán las grandes empresas de conectividad.
Los perfiles de los comisionados del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), ente que será sustituido por la CRT, obedecen más a una naturaleza técnica que política. Cada uno de los funcionarios realizó un examen por un Comité de evaluación, formado por el Banco de México y el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) para demostrar sus conocimientos técnicos.
Pero en la nueva propuesta de política de telecomunicaciones se plantea que las vacantes a esta figura solo cuenten con experiencia en la industria de por lo menos tres años y no haber ostentado cargos públicos, eliminando por completo las pruebas de conocimientos del sector.
“Estamos hablando de un gobierno que decide usar la lotería de México para decidir quién va a estar en una boleta en las elecciones para conformar a la nueva CRT”, lamentó Otero, quien alertó que la propuesta podría escalar a nivel internacional, al contar con violaciones al T-MEC que pide un ente regulador autónomo, debido a que el artículo 18, sección 17 del acuerdo exige que cada país “asegure la independencia” de su regulador de telecomunicaciones.
“Si yo fuera un representante de Estados Unidos me quedaría bastante claro que no se están cumpliendo los requisitos, pero el mundo de las diplomacias da muchas sorpresas y nunca se negocia un solo punto”, dijo el especialista.