El lanzamiento está previsto para las próximas semanas y una de sus principales apuestas será ofrecer una experiencia de navegación personalizada y potenciada por IA, lo que podría marcar una diferencia significativa respecto a los navegadores tradicionales.
Con esta iniciativa, OpenAI accedería de forma más directa a uno de los activos más valiosos de la economía digital, pues podría rastrear datos de navegación de los usuarios, un componente clave en el modelo de negocio publicitario de Google.
De lograr una adopción masiva, la herramienta podría representar una amenaza seria para el liderazgo de Chrome, que actualmente domina el mercado de los navegadores.
La compañía cuenta con una base sólida desde la cual impulsar su nuevo producto. Solo ChatGPT, su asistente conversacional más conocido, registra alrededor de 400 millones de usuarios activos semanales. Si una parte de esa audiencia migra al nuevo navegador, OpenAI podría alterar el equilibrio de poder en uno de los frentes más estratégicos de la web.
Aún no se han revelado detalles sobre el nombre del navegador, su diseño ni su disponibilidad inicial, pero el solo anuncio ya genera expectativas en un sector cada vez más competitivo, donde la inteligencia artificial comienza a configurar las reglas del juego.