Este desempeño acelerado permitió que los ingresos anuales en la nube superaran los 75,000 millones, consolidando la posición de Microsoft frente a rivales como Google, que recién reportó.
La división de productividad también reportó un crecimiento del 16% impulsado por Microsoft 365, Dynamics 365 y LinkedIn, que aportó un incremento del 9% en ingresos. Por su parte, el segmento de Cómputo personal registró ingresos por 13,500 millones, un alza del 9% gracias a los servicios de Xbox, que aumentaron un 13%, a pesar de que el hardware cayó 22%.
Copilot y otros servicios empresariales también comenzaron a generar márgenes crecientes, aunque su adopción aún es débil. Solo un 4% de los clientes corporativos han implementado estas soluciones de forma generalizada, dejando un amplio espacio para expansión futura.
Sin embargo, el camino hacia el dominio de la IA no está exento de costos ni de riesgos. La empresa advirtió que las fuertes inversiones en infraestructura, necesarias para soportar el crecimiento de sus servicios, presionarán los márgenes operativos, que podrían reducirse entre 100 y 150 puntos básicos en el año fiscal 2026.
Microsoft empieza a ver los frutos de su apuesta por la inteligencia artificial. Sin embargo, el costo de esta expansión y la posible pérdida de exclusividad con OpenAI plantean interrogantes estratégicos.