Uno de los hallazgos más relevantes es que los usos no laborales son más comunes, pues el 70% de las respuestas estaban relacionadas a ámbitos de la vida personal, mientras que el 30% restante tenía que ver con el trabajo.
De ese total, aproximadamente el 49% de los mensajes son mensajes de usuarios que solicitan orientación, consejos, el 40 % son solicitudes para completar tareas que se pueden integrar en un proceso y el 1% son mensajes sin una intención clara.
“Ambas categorías siguen creciendo, lo que subraya la doble función de ChatGPT: herramienta de productividad y generador de valor para los consumidores en su vida diaria. En algunos casos, genera un valor que las medidas tradicionales, como el PIB, no logran captar”, declaró la empresa.
Asimismo, destacó que una de las claves de la herramienta en entornos laborales es ayuda a mejorar el juicio y la productividad, principalmente en labores que requieren de alto nivel de conocimiento técnico, por lo que esperan que más gente descubra más casos de uso para tareas específicas.
En una publicación en LinkedIn, el economista jefe de OpenAI, Aaron Chatterji, dijo que estos resultados eran una señal de que ChatGPT se está convirtiendo en parte de muchos aspectos de la vida de las personas. “Todavía estamos aprendiendo cómo las personas usan la IA en la práctica, pero esta tendencia nos da una idea de dónde está su valor y cómo está cambiando”, añadió.
El estudio lo realizó el equipo de Investigación Económica de OpenAI y el economista de Harvard, David Deming. Se utilizaron alrededor de 1.5 millones de conversaciones recopiladas en los últimos tres años, por lo que se trata del estudio más grande sobre el uso real de ChatGPT hasta el momento.
OpenAI declaró que para este informe se utilizaron únicamente conversaciones de los usuarios con suscripción al plan de pago y si bien la compañía dijo que se “preservó la privacidad” de los consumidores, no dio más detalles al respecto.
Otro punto importante a destacar sobre su metodología es que el estudio no ha sido examinado formalmente por otros investigadores ni revisado por pares, pero se espera que pronto tenga mayor escrutinio por parte de la comunidad científica.
Las brechas en el uso de ChatGPT se reducen
De acuerdo con los datos, aún existen brechas en el uso de la plataforma aunque se han cerrado con el paso del tiempo. El género es una de ellas, pues en enero de 2024, entre los usuarios con nombres que podrían clasificarse como masculinos o femeninos, el 37% tenía nombres típicamente femeninos. Para julio de 2025, ese porcentaje había aumentado a más de la mitad (52%).
En términos socioeconómicos, el estudio concluyó que para mayo de este año, las tasas de crecimiento de la adopción de ChatGPT en los países de ingresos más bajos eran más de cuatro veces superiores a las de los países de ingresos más altos.