Clara Luz Álvarez, investigadora de la Universidad Panamericana y experta en temas satelitales, explicó anteriormente a Expansión que la consolidación casi global de Starlink se debe a que en este momento no existen empresas satelitales que puedan hacerle una franca competencia a la compañía.
Pero este año en el sector han entrado jugadores que pondrán en aprietos a la empresa de Musk: la empresa de Jeff Bezos, Proyect Kupier, inició operaciones en abril pasado, mientras que SES robusteció su operación al fusionarse con Intelsat, un proveedor global de comunicaciones satelitales.
Los movimientos se dan en un momento complejo para Starlink, quien podría ver mermado, aún más, su negocio satelital por los nuevos jugadores, pero también por una pérdida de confianza por parte de varios gobiernos al haber sido cercano al republicano Donald Trump.
Rusia es uno de los nuevos jugadores que aprovechan la coyuntura. Dmitry Bakanov, el director de la agencia espacial rusa Roscosmos, admitió en una entrevista con el presentador de televisión ruso, Vladimir Solovyov, que avanza en la creación de una alternativa a Starlink.
“La agencia espacial tenía que alejarse de la inercia y atraer a más jóvenes talentos. Ya se han inspeccionado varios vehículos de prueba en órbita y los de producción se han modificado en consecuencia, también nos movemos a un ritmo rápido en esta dirección”, aseguró el jefe de la agencia espacial rusa en un reporte de Reuters.
El proyecto plantea un sistema de satélites de órbita terrestre baja para la entrega de datos de banda ancha que actualmente se encuentra bajo el encargo de la compañía aeroespacial rusa Bureau 1440.
La compañía está conformada por 1,440 profesionales de industrias como la aeroespacial, de TI y de telecomunicaciones. Adicionalmente, la firma emplea a más de 2,000 personas, en donde el 80% son ingenieros, diseñadores y especialistas en modelado matemático, pruebas, inyección orbital y operación posterior de constelaciones de satélite.
Bureau 1440 hasta febrero de este año colocó seis satélites en órbita, pero el objetivo es crear un sistema satelital. “En 3.5 años, la empresa ha pasado de un proyecto de investigación al inicio del trabajo real para crear un sistema global de transmisión de datos de alta velocidad”, señaló la firma aeroespacial rusa.
El avance acelerado de la apuesta satelital rusa proviene de “haber aprendido de sus errores, entre los cuales incluye el desestimar el intento del propietario de Tesla de adquirir un misil balístico intercontinental para lanzamientos espaciales en Moscú durante 2002.
Bakanov, el jefe de la agencia espacial rusa, afirmó que el rechazo para Musk se debió a que simplemente los rusos consideraron que el proyecto no era creíble, lo que impulsó al propio empresario a buscar la forma de dejar atrás a la industria aeroespacial rusa.
México tendrá más opciones
Tanto los rusos como las empresas privadas buscan rearmar el rompecabezas satelital para que los gobiernos como usuarios accedan a servicios de seguridad nacional y conectividad a través de otras alternativas.
Esto podría beneficiar a países como México, que en el sexenio de López Obrador mostró una clara predilección por el internet de Elon Musk, al asegurar que su servicio es el más idóneo para zonas remotas.
En esa administración, la empresa CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos otorgó tres licitaciones a Starlink para habilitar servicios de internet y telefonía, uno de ellos con vigencia hasta 2026 y de un valor de hasta 1,556 millones de pesos.
Expertos en ciberseguridad han señalado que tener solo el servicio de Starlink puede generar vulneraciones para ciberataques. Sumado a que Starlink se rige bajo regulaciones en cada país, pero las empresas de Musk se han destacado por ser poco transparentes de sus operaciones. En México, por ejemplo, la empresa no entrega en tiempo y forma información respecto a usuarios e ingresos.
Esta vez el gobierno busca romper esa dependencia. La presente administración construye cuatro satélites, los cuales planea lanzar en alianza con naciones como Rusia, y con quien en el futuro podría ampliar su relación con temas de capacidad satelital.
Además de que para el próximo año se prevé que la empresa satelital de Amazon entre en operaciones en el país, lo que daría a México un abanico más amplio para contratar soporte satelital.