El movimiento también implica el cese de operaciones de los cuatro comisionados que conformaron el Pleno del Instituto, así como de todos los más de 1,200 trabajadores. La extinción del IFT, además, coincidió con el término constitucional de Javier Juárez como comisionado, al haber alcanzado los nueve años que dictaba la antigua Ley del sector; durante su gestión ostentó el cargo como presidente del Pleno durante tres años y fue el último funcionario que en estar a cargo de dicha plaza.
La política de las telecomunicaciones quedará a cargo de Norma Solano, bajo la figura de presidenta comisionada de la CRT; Tania Villa, María de las Mercedes Olivares Tresgallo; Adán Salazar Garibay; y Ledénika Mackensie Méndez González, como comisionados.
Arturo Robles, ahora excomisionado del IFT, informó que ayer en la tarde, se realizó el proceso de transición en las mismas instalaciones del Instituto, para dar vida a los funcionarios del nuevo regulador.
“El IFT culmina una labor de 12 años poniendo en el centro de sus decisiones a los mexicanos para que accedieran a más y mejores servicios de internet, telefonía, radio y televisión. Dimos resultados y cumplimos a México”, publicó el funcionario en su cuenta oficial de X.
La transición fue tan acelerada que el nombramiento de la nueva comisionada no fue pronunciado por el Ejecutivo en su conferencia matutina. Sin embargo, el cambio ya es evidente: al ingresar al sitio del IFT, ahora aparece el nombre “Comisión Reguladora de Telecomunicaciones”, además de seguir ligado al Instituto. No obstante, una vez dentro del portal, aún se conservan las imágenes del Pleno anterior institucional del antiguo Pleno.
El tiempo apremia para el nuevo regulador. Por 15 días estarán suspendidos trámites y procedimientos regulatorios, según estipula el vigésimo transitorio de la nueva Ley del sector. Pero desde hoy corren 120 días hábiles para emitir los lineamientos del Registro de Usuarios de Telefonía Móvil en el país, que plantea asociar las 142.3 millones líneas a un una persona con el propósito de enfrentar los casos de extorsión. La medida ha sido cuestionada por la sociedad y los especialistas, al señalar que puede vulnerar la privacidad e identidad de los mexicanos.
También desde hoy corren 180 días naturales para desarrollar la primera licitación de espectro radioeléctrico que servirá para ampliar la red 5G del país, luego de haber sido cancelada la subasta que preparó el IFT en diciembre pasado.
La CRT deberá apresurar la emisión de su reglamento interno, el cual dará validez a todas sus atribuciones como estructura administrativa, para finalmente iniciar la regulación del sector.
Dudas del nuevo regulador
El nacimiento de la nueva agencia reguladora ha generado más dudas que certezas. De acuerdo con especialistas, aunque para muchos pueda parecer una celebración institucional, lo cierto es que la creación de esta nueva estructura despierta fuertes cuestionamientos, especialmente en torno a su independencia. La cercanía de algunos comisionados con el titular de la agencia, o incluso con la presidencia, siembra inquietudes sobre la autonomía con la que podrá operar.
Cuatro perfiles seleccionados y ratificados a CRT transitaron primero por la Agencia de Transformación Digital. Por ejemplo, Ledénika Mckensie fungió como Subdirectora de Operación de la Red de Comunicaciones de la ATDT; Adán Salazar Garibay como director general satelital; Tania Villa Trápala como directora general de política de telecomunicaciones; Norma Solano Rodríguez como coordinadora nacional de transformación.
El titular de la ATDT ha tomado el control de los proyectos de conectividad insignia con perfiles cercanos: CFE, el internet para Todos, con Brenda Escobar; Zaira Pérez, como CEO de Altán; Agencia Espacial Emiliano Calderón; Promotor de Inversiones en Telecomunicaciones (Promtel) con Elizabeth Sosa. Y ahora sucede con el nuevo regulador de telecomunicaciones.
“No entiendo por qué se celebra el nacimiento de una nueva organización y de una nueva estructura que nace con muchas dudas. La intervención directa de la Presidencia, del titular de la ATDT, y la falta de transparencia en el proceso alimentan sospechas sobre una injerencia que podría comprometer las decisiones técnicas del organismo”, advirtió Moreno Loza.
Esta falta de claridad institucional, sumada a vacíos operativos y ausencia de personal adscrito, complica seriamente la continuidad y efectividad del marco regulatorio en México.