El motor de crecimiento volvió a ser AWS, su división de nube, que aumentó ingresos 20% hasta llegar a los 33,000 millones, marcando su expansión más fuerte desde 2022.
          “AWS está creciendo a un ritmo que no veíamos en años, impulsado por la demanda de IA y la necesidad de infraestructura de alta capacidad”, dijo Andy Jassy, CEO de Amazon.
          Pese al crecimiento, la rentabilidad operativa se estancó en 17,400 millones de dólares, afectada por dos cargos especiales: un acuerdo legal de 2,500 millones con la Cámara de Comercio de EU (FTC) y 1,800 millones en costos de despidos.
          En el negocio minorista, Norteamérica creció 11% pero su margen operativo se redujo a 4.5%, el nivel más bajo en cinco trimestres. La división internacional también creció 14%, aunque con un margen ajustado de 2.9%.
          La inteligencia artificial es la joya 
          
          El trimestre estuvo dominado por anuncios de productos y servicios de IA. AWS lanzó Project Rainier, un clúster con casi 500,000 chips Trainium2 para escalar los modelos de Anthropic; introdujo los servidores EC2 P6e-GB200 UltraServers con chips NVIDIA Grace Blackwell; y amplió la oferta de modelos base en Bedrock, incluyendo a OpenAI, DeepSeek, Qwen y Anthropic.
          Además, su ecosistema de herramientas empresariales, como Quick Suite y Transform, ganaron tracción. Quick Suite promete reducciones de tiempo y costo superiores al 80%, mientras que Transform ya ha ahorrado más de 700,000 horas de trabajo humano.
          La publicidad digital es otro de los pilares del trimestre, con ingresos de 17,700 millones de dólares, un salto de 24% en comparación con el mismo periodo el año pasado, superando el crecimiento de las tiendas online en un 10%.
          Amazon Ads también anunció alianzas para vender espacios publicitarios en Netflix, Spotify y SiriusXM, un paso que amplía su alcance fuera de su propio ecosistema.