Hoy en día, la portabilidad numérica exige que el cambio de compañía se concrete en un plazo máximo de 24 horas. El proceso consiste en que el usuario acuda al operador con el que desea contratar el nuevo servicio, de modo que la migración del número ocurra directamente entre las empresas involucradas y sin intervenciones adicionales por parte del usuario.
Sin embargo, la nueva política introduce el riesgo de desconexión por uno o más días, ya que el procedimiento obliga a desvincular la línea antes de registrar nuevamente el número con el operador receptor.
Isabel Reza, directora general en Regulatory Experts: Telecommunications and Broadcasting, explicó que el problema se vuelve más complejo porque los lineamientos no especifican qué ocurrirá con la información del usuario que decidió ejercer su derecho de portabilidad.
El nuevo proyecto de registro de líneas estipula que los operadores de telefonía deberán resguardar la información de los suscriptores en dos plataformas, sin embargo, en el proceso de portabilidad puede existir una duplicación de la información al no ofrecer detalles sobre qué sucederá con los datos de los usuarios cuando decidan realizar su portabilidad numérica, es decir, el cambio de un operador a otro para no perder su número telefónico.
“Este esquema rompe con el principio fundamental de la portabilidad: que el cambio de compañía sea transparente, continuo y sin interrupciones en el servicio”, alertó la especialista.
Gloria Martínez, consejera del despacho de abogados Von Wobeser y Sierra, advirtió que durante la portabilidad, la información del usuario transita entre dos responsables distintos, lo que aumenta los riesgos si no existen controles claros sobre el bloqueo, eliminación y reactivación de datos.
Para la especialista, una regulación insuficiente en este punto abriría la puerta a duplicidades, tratamientos indebidos o vulneraciones de privacidad.
“Los operadores deben implementar medidas de seguridad físicas, técnicas y administrativas lo suficientemente robustas para evitar cualquier vulneración, especialmente porque México es el segundo país con más ciberataques en Latinoamérica. Pero es poco alentador el panorama de protección de datos que pueden brindar los proveedores de telecomunicaciones”, dijo Martínez.
La portabilidad numérica es un mecanismo relevante entre los consumidores para probar nuevas opciones de telefonía, en un contexto en donde proliferan los Operadores Móviles Virtuales (OMV) que ofertan servicios más asequibles, respecto a las empresas tradicionales.
Además, la calidad del servicio de telefonía y la duración de los datos se han convertido en los dos grandes factores para que los usuarios decidan mantenerse en una empresa telefónica o migrar a una nueva.
Datos del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) destacan que a agosto de este año, 1.3 millones de mexicanos ejercieron su derecho a la portabilidad, mientras que en el mismo periodo de 2010, solo lo realizaban 818,000 suscriptores.
Desde 2008, los usuarios tienen la posibilidad de cambiar a una nueva compañía telefónica, sin embargo, el proceso era complicado e incluso se realizaba una portabilidad sin el consentimiento de los usuarios. Por ello, en 2014 el IFT aprobó nuevas reglas para que los operadores se comprometieran a respetar el cambio de compañía sin que los usuarios incluso perdieran su número telefónico.
Pero la llegada del registro de telefonía complicará el derecho a la portabilidad, regresando a 2008, cuando cambiar de empresa móvil era un reto.