Chicago estrena el paseo ribereño Riverwalk, polo de ocio y negocios
Nota del editor: Daniel Allen es un escritor y fotógrafo galardonado residente en Londres. Su trabajo ha aparecido en numerosas publicaciones, entre ellas National Geographic Traveler, Geographical, The Sunday Times, The Guardian, The Independent, la revista Discovery Channel, CNN Travel, la BBC y Esquire.
(CNN) – Chicago, morada de edificios diseñados por luminarias como Frank Lloyd Wright, Mies van der Rohe, Frank Gehry y Jeanne Gang, no es ajeno a la construcción de vanguardia.
Con la reciente finalización de la rambla Chicago Riverwalk, la cuna del rascacielos ahora tiene su propia obra maestra arquitectónica al nivel del suelo.
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El paseo Riverwalk, cuya última etapa se inauguró en octubre, está destinado a atraer multitudes de turistas y locales a las orillas del río Chicago en 2017. En palabras del alcalde Rahm Emanuel, el último proyecto de embellecimiento de Chicago se ha convertido en "la última frontera recreativa".
El paseo se extiende unas 1.25 millas del lago Michigan a Wolf Point, pasando por debajo de una serie de puentes.
Los seis tramos más nuevos, todos terminados entre 2012 y 2016 a un costo estimado de 100 millones de dólares, cuentan con jardines flotantes, muelles de pesca y fuentes, así como un ecléctico surtido de nuevos restaurantes y lugares para comer y beber junto a la ribera. Hay también áreas donde kayaks y barcos más grandes pueden detenerse y atracar.
Algunos de los restaurantes ribereños que cerraron para el invierno abren sus puertas otra vez el martes.
Riverwalk ya ha demostrado ser un gran éxito con los propietarios de negocios locales, residentes y visitantes.
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"En el pasado nunca hubiera considerado la zona ribereña del centro como un lugar para pasar el rato o citarme con clientes", dijo Steven Glynias, un ejecutivo de cuentas con sede en Chicago que labora en la firma de relaciones públicas FleishmanHillard. "Ahora es el destino de visita obligada en Chicago, creo que realmente despegará este año".
Tiny Hatt es un bar y restaurante a medio camino en la sección "Cove" de Riverwalk entre las calles Dearborn y Clark. Desde su apertura el año pasado, ha seducido a un creciente número de clientes con sus cervezas artesanales, cócteles y lonchas de cerdo.
"Tal vez no se habían dado cuenta, pero los chicaguenses del centro clamaban por este tipo de espacio", dijo el gerente John Lynch. "Creo que el negocio está en auge para todos los locales de Riverwalk".
Innovador diseño
Uno de los principales desafíos para los arquitectos del Chicago Riverwalk fue crear un diseño que incorpora tanto un paseo peatonal como lugares para que la gente se detenga y disfrute de su entorno. Parte de la solución era recuperar una estrecha franja de tierra al borde del río.
"Teníamos una zona de 20 a 25 pies para expandir el muelle anterior y conectar esa tierra bajo puentes existentes", explicó Gina Ford, arquitecta paisajista y directora de diseño de Sasaki Associates, una firma de arquitectura de Boston que formó parte del equipo que diseñó el proyecto.
"Queríamos darles a los peatones una forma de transitar a lo largo del río sin necesidad de cruzar una calle", dijo.
Los arquitectos también tuvieron que considerar el dinámico nivel de agua del río Chicago. Tanto las áreas sólidas como los materiales vegetales del paseo son todos prueba de inundación, en tanto que los jardines flotantes, aunque amarrados, son libres de subir y bajar según la corriente.
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"Los humedales flotantes que hemos creado no se parecen a nada visto antes", dijo Ford. "Demuestran el compromiso real de Chicago con la innovación en su promoción de la sostenibilidad ambiental".
Impulso verde
Los residentes de Chicago no siempre han mirado con tal cariño su entorno ribereño. En el pasado el río Chicago estaba tan contaminado y era tan desagradable que los edificios colindantes a menudo no tenían ventanas con vistas al agua.
Sin embargo, en los últimos años se ha realizado un esfuerzo concertado para limpiar la principal vía acuática de Chicago, con una legislación medioambiental más estricta y la apertura de una nueva planta de tratamiento de agua en 2015, lo que se tradujo en una mejora significativa en la calidad del agua.
Las especies de peces se han multiplicado, y animales como las nutrias, los castores y los roedores almizcleros están regresando poco a poco.
"El Riverwalk y la limpieza del río Chicago han demostrado lo que es posible cuando todos trabajan juntos", dijo David Plascencia, instructor de un equipo de kayak local que ofrece tours cada vez más populares a lo largo del río.
"Todavía hay trabajo por hacer, pero esperemos que Chicago pronto sea tan famosa por su habitabilidad como por su arquitectura", dijo Plascencia.
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Carol Ross Barney, principal arquitecta del Chicago Riverwalk, cree que el éxito de la nueva rambla - en términos de atraer visitantes y en su valor ecológico- puede dar pie a que otros centros urbanos emprendan proyectos similares.
"Al estar en el centro de una metrópolis mundial, este proyecto enfrentó y superó muchos problemas. Hubo muchos enfoques pioneros, desde el diseño hasta el financiamiento, de los que podrían beneficiarse muchas de las ciudades del mundo", expresó Barney.