La trama de ‘Death Note’ se 'ahoga' en su traducción del japonés
Death Note ha generado una industria artesanal en Japón, con las novelas gráficas (o mangas) adaptadas a la animación, el cine, la televisión y la próxima película de Netflix. Sin embargo, tiene una pérdida severa en su traducción, dando como resultado un thriller que prácticamente se sofoca en su propia trama complicada.
La premisa básica parece bastante prometedora: un estudiante de secundaria, Light (Nat Wolff), con un libro titulado Death Note que literalmente le cae del cielo a sus manos. A él le explica la traviesa criatura Ryuk (Willem Dafoe) que cualquier nombre que escriba en el libro morirá, siempre y cuando pueda pensar en su cara.
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Después, se suscitan una serie de accidentes espeluznantes, donde Light efectúa lo equivalente a un juego de matanza justa. El dueño del libro es instruido por Ryuk para ayudarle a "separar la paja del trigo", o pasarle a alguien el tomo místico para que alguien más lo haga.
La rápida acumulación de cuerpos naturalmente llama la atención de las autoridades, incluyendo a un brillante detective que sólo es llamado L (Lakeith Stanfield), quien descifra lo que está sucediendo a una velocidad casi ridícula.
Después de eso, Death Note comienza a salirse del carril, procediendo a un complicado juego del gato y el ratón entre Light y L, con el padre del primero (Shea Whigham), quien resulta ser un detective atrapado en medio.
El director Adam Wingard (La bruja de Blair) tiene un estilo cómico-visual que no puede generar orden alrededor de las situaciones complicadas en el ridículo conjunto de reglas. Wingard ya ha declarado su deseo de hacer una secuela y dado su final insatisfactorio, la película aparentemente deja abierta la posibilidad de esta opción.
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Netflix continúa improvisando su camino hacia el negocio cinematográfico, y Death Note es parte de un género confiable debido a la popularidad de las importaciones japonesas de horror anteriores que produjeron adaptaciones estadounidenses como The Ring y The Grudge. Sólo en términos de "Si te gustó esto, prueba esto".
Debajo de todo, Death Note potencialmente tiene algo que decir acerca de la naturaleza corrupta del poder y las consecuencias imprevistas, pero nunca consigue su acto lo suficiente como para registrar un comentario coherente.
En su lugar, la película sólo ofrece una dosis tenue de horror, una cuya caída puede atribuirse a causas naturales.
Death Note se estrena en Netflix este 25 de agosto.