Cuando jugar futbol es como volver a nacer
Por Sandra Mendoza.
En la vida y en la cancha puede haber límites, excepto para 14 mexicanos que gracias al amor al futbol pudieron superar los suyos pese a enfrentar alguna discapacidad.
“Siempre he jugado futbol y cuando me amputaron pensé que nunca más iba a volver a jugar. Pero cuando me cuentan de esto fue como si volviera a nacer, de la alegría. Empecé a jugar con los compañeros y verlos me sorprendió mucho”, asegura Pedro Rodríguez, de 26 años y quien perdió la pierna izquierda tras ser baleado por seis hombres.
Víctor Hugo González es otro ejemplo de superación. Estuvo en coma hace 10 años tras haber sufrido un accidente automovilístico. Actualmente, el abogado asegura que esta experiencia fue como volver a nacer, ya que lo obligó a aprender nuevamente:
“Tras el cambio tan drástico en tu vida hay que volver a adaptarse, desde empezar a caminar, andar con bastones, correr con bastones, caer con bastones y levantarte. Es una adaptación que requiere un esfuerzo, pero agarrándole la onda no es complicado, simplemente es cuestión de proponérselo y echarle los kilos, no dejarse caer”.
Ambos pertenecen al equipo Panteras, afiliado a la Asociación Mexicana de Futbol de Amputados, que está formado por abogados, policías, agentes aduanales, contadores, empleados y trabajadores de las calles. Germán Porfirio González dio origen al equipo en 2015, después de que un familiar sufriera una amputación por electrocutarse. Actualmente es el director técnico.
Más que fuerza de voluntad
Como todos los equipos asociados a la Asociación Mexicana de Futbol de Amputados —reconocida por la Femexfut—, Panteras juega cada 15 días. A veces de local, a veces de visitante en campos de provincia. Por ejemplo, para su viaje a Torreón, el despacho en que trabaja el director técnico pagó los gastos del autobús. También patrocinaron los uniformes. No cuentan con ningún apoyo de la liga.
“No hay recursos de nada, no tenemos ningún apoyo. Eventualmente alguien se ha acercado a solucionarnos problemas inmediatos, pero jamás ha existido un patrocinio. Cada directiva local toca puertas con gobiernos o iniciativa privada para buscar apoyos”, señala Jan Gauna, presidente de la Federación Mexicana de Futbol de Amputados.
Gauna destaca que él personalmente ha tocado puertas en busca de apoyo tanto para el equipo de Jalisco, que es donde se encuentra la Federación, como para la Selección Nacional de Futbol de Amputados. “Y si es que me reciben, solo me felicitan. Es frustrante y triste que nadie voltee a ver a los muchachos”.
Por las barridas en la cancha algunas veces se rompen los bastones con los que se apoyan los jugadores. Pero Germán siempre va preparado con bastones que él ha reparado por su cuenta. Esa no es una razón para salir del terreno de juego.
Goles, faltas, palmadas y celebraciones. A este partido le sobra la emoción de quienes están dentro y fuera de las canchas. “Jugar es una alegría, tu adrenalina está al cien, te sientes libre”, dice Pedro. Gauna, por su parte, reconoce que practicar esta actividad “es temporal para los muchachos. Pero cuando ellos se retiren de las canchas vamos a tener mejores personas de las que llegaron”.
