Publicidad

Síguenos en nuestras redes sociales:

Publicidad

La mascota presidencial: otra antigua tradición que los Trump rompieron

La ilustre tradición de tener mascotas en la Casa Blanca data de la época de Thomas Jefferson, quien tuvo un ruiseñor y una pareja de cachorros de oso durante su administración.
lun 23 octubre 2017 10:43 AM
Sin peludos
Sin peludos A diferencia de sus antecesores, los Trump serán la única familia en la historia presidencial moderna de Estados Unidos que no tiene una mascota. (Foto: EOSdude/Getty Images)

Él hizo campaña y ganó con la promesa de sacudir a Washington. Ahora, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, nuevamente está rompiendo la tradición en un asunto más personal: tener una mascota en la Casa Blanca.

La ilustre tradición de tener mascotas en la Casa Blanca data de la época de Thomas Jefferson, quien tuvo un ruiseñor y una pareja de cachorros de oso durante su presidencia. A lo largo de los años, las mascotas presidenciales se volvieron un tipo de celebridades.

Recomendamos: Un cachorrito fue el inesperado regalo de cumpleaños para Vladimir Putin .

"Esto suaviza su imagen, amplía su atractivo", dijo a CNN Ed Lengel, jefe de historiadores en la Asociación Histórica de la Casa Blanca. "Les ayudan a crear una atmósfera familiar en la Casa Blanca, un lugar vivo y no únicamente un rígido museo, sino un lugar en el que una familia vive, juega y disfruta la compañía de otros".

Para ser un presidente consciente de la imagen, Trump parece tener poca prisa para añadir un amigo peludo a la progenie de la Casa Blanca, haciendo que la suya sea la única familia en la historia presidencial moderna de Estados Unidos que no tiene una mascota.

Lee: Los servicios para mascotas se integran al índice de precios .

Publicidad

"No hay planes en este momento" para añadir una mascota a la primera familia, dijo a CNN Stephanie Grisham, directora de comunicaciones del Ala Este de la Casa Blanca.

Trump tenía un perro poodle, Chappy, con su primera esposa, Ivana, quien escribió en su libro de memorias, Raising Trump" ("Criando a Trump"), que "Donald no era un fanático de los perros".

"Cuando le dije que llevaría a Chappy conmigo a Nueva York, él dijo: 'No'", escribió ella. "'¡Somos Chappy y yo o ninguno!, insistí y eso fue todo".

Recomendamos: 3 claves para proteger a tu mascota ante un desastre .

Chappy, dijo ella posteriormente, "tenía la misma aversión hacia Donald".
null

No te pierdas de nada
Te enviamos un correo a la semana con el resumen de lo más importante.

¡Falta un paso! Ve a tu email y confirma tu suscripción (recuerda revisar también en spam)

Ha ocurrido un error, por favor inténtalo más tarde

Publicidad
Publicidad