8 formas en que arquitectos y artistas combaten el cambio climático
Nota del editor: Beatrice Galilee es la curadora asociada de Arquitectura y Diseño Daniel Brodsky en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York. Las opiniones en este artículo son exclusivas de la autora.
(CNN) – Estamos viviendo tiempos convulsos. Nuestra época, el Antropoceno, se define por la presencia de humanos en la tierra. Desde el siglo XVIII nuestro planeta ha sido moldeado deliberadamente solo por nuestras manos.
Los avances tecnológicos, desde la máquina de vapor hasta la agricultura industrializada, han dado lugar a nuevos paisajes de globalización y capital: urbanización masiva, contaminación y condiciones climáticas extremas.
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En mi trabajo, me resulta intrigante ver cómo los arquitectos y artistas, en su papel de pensadores y productores, digieren y reaccionan a estos entornos cambiantes. Veo a arquitectos trabajando con científicos para inventar nuevos tipos de plantas de energía, y artistas que colaboran con la NASA para tomar impactantes fotografías del deshielo de los glaciares.
Otros están utilizando el aire mismo para crear nuevos espacios, o buscan yacimientos donde se extraen los metales preciosos que alimentan nuestras tecnologías móviles.
Estos arquitectos y artistas están ofreciendo alternativas poéticas y cautivadoras a la imagen del cambio climático o a las noticias ambientales presentadas por científicos, políticos o guionistas. Exploramos algunos de los mejores ejemplos.
Bjarke Ingels Group (BIG) – Central térmica de desechos Amager Bakke
El daño del huracán Sandy en 2008 hizo que la idea del cambio climático se cristalizara duramente para los neoyorquinos. Uno de los arquitectos más prominentes de la ciudad, Bjarke Ingels de BIG, es parte de un grupo de trabajo que proporciona apoyo contra el impacto futuro que sufrirá la isla con un proyecto denominado Big U, que intenta fusionar una muralla protectora con espacios públicos lúdicos muy necesarios para la ciudad.
Esto continúa la tradición de Ingels de utilizar edificios como oportunidades para hacer una declaración de principios y resolver problemas. Un ejemplo extraordinario es el proyecto de una planta de conversión de desechos en energía (con el doble uso de pista de esquí) que se construye en Dinamarca.
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Ingels transformó el exterior voluminoso y blanco de la central eléctrica de Amager Bakke en una pista de esquí pública y, trabajando con un equipo de ingenieros y científicos, también ha transformado su chimenea.
Lo que alguna vez fue un emblema de los desechos industriales ahora arrojará un solo anillo de humo por cada tonelada de dióxido de carbono emitido a la atmósfera, creando un símbolo visible de la huella ambiental de la planta mientras sensibiliza a los ciudadanos sobre los niveles de dióxido de carbono emitidos.
John Gerrard - 'Western Flag (Spindletop, Texas)'
John Gerrard ha ilustrado el ahora estéril y agotado yacimiento de Lucas Gusher, el primer gran yacimiento petrolero del mundo, descubierto en Spindletop, Texas en 1901. El sitio se recrea como una simulación digital con un asta y una bandera de humo negro presurizado en constante renovación.
Las ambiciones del artista se hacen eco de los pensamientos de arquitectos anteriores: "Uno de los mayores legados del siglo XX no es solo la explosión demográfica o mejores niveles de vida, sino niveles de dióxido de carbono enormemente elevados en la atmósfera.
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Esta bandera le da a este gas invisible, a este riesgo internacional, una imagen, una forma de representarse a sí mismo", escribió en el sitio web del proyecto.
Philippe Rahm Architectes - Jade Eco Park
Para el arquitecto Philippe Rahm, que tiene su estudio en París, el Antropoceno ofrece un reto emocionante. En su opinión, la arquitectura no tiene que ser una cuestión de diseño con ladrillos y mortero. Puede extenderse para diseñar el aire y trabajar con la atmósfera misma.
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En Jade Eco Park, un terreno de 28 hectáreas en Taiwán, Rahm diseñó 11 microclimas, asignando cada uno a diversas actividades de acuerdo con la idoneidad climática. Luego usó software para identificar las áreas del parque que necesitan ciertos tipos de plantas y fauna, y generará nuevos tipos de experiencias espaciales que hacen mucho más que ofrecer sombra y refugio.
Marshmallow Laser Feast - 'Treehugger: Wawona'
En un esfuerzo lúdico por conectar con el planeta, el estudio de diseño Marshmallow Laser Feast ha creado una escultura de un árbol de secoya gigante en realidad virtual. El espectador usa un casco de realidad virtual, introduce su cabeza en el nudo del árbol y es transportado a su mundo interno secreto.
Cuanto más tiempo alguien abraza el árbol, más profundo se sumerge en el tiempo del árbol o "treetime", una dimensión oculta que se encuentra justo más allá del límite de nuestros sentidos.
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Barney Steel, cofundador y director creativo de MLF, cree que la realidad virtual podría ser la clave para fomentar una mejor comprensión y empatía con el medioambiente: "¿Qué pasaría si pudiéramos cambiar nuestra percepción del mundo, acelerar el tiempo, ver detalles microscópicos o incluso ver a través de objetos sólidos? Bien, ahora podemos hacerlo. La realidad virtual lo hace posible al hacer visible lo invisible mientras distorsiona el tiempo y el espacio para transformar nuestra percepción del mundo que nos rodea", dijo en un comunicado.
Unknown Fields Division - Rare Earthenware
El estudio de diseño Unknown Fields Division se aventura hacia lo desconocido. Este estudio nómada recorre el mundo en busca de mensajes para enviar a casa: historias de la creación de la ciudad contemporánea. Uno de sus varios destinos fueron los campos de litio de Bolivia, una espectacular escenografía de serenas pozas verdes y azules que los lugareños describen como "el mar de metal", hecho del principal componente de las baterías de nuestros teléfonos inteligentes.
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Para el proyecto Rare Earthenware (rara alfarería), la expedición rastreó los metales más raros utilizados para hacer iPhones y computadoras portátiles hasta su cuna en Mongolia. El equipo estaba tan conmovido por los vastos páramos de desechos tóxicos generados por la minería que trabajaron con un alfarero para hacer tres jarrones con los desechos radiactivos.
Justin Brice Guariglia - 'After Ice'
El artista Justin Brice Guariglia, radicado en Brooklyn, ha participado en una misión científica de la NASA sobre Groenlandia, tomando fotografías desde 40,000 pies de altura para documentar el derretimiento de las capas polares.
También creó una aplicación juguetonamente deprimente llamada After Ice que permite a las personas averiguar cuánta agua cubrirá su ubicación en el año 2080, dadas las inundaciones que acarreará el aumento del nivel del mar.
Mishka Henner - 'Feedlots' (2012-13)
Las ciudades dominan nuestra idea del siglo XXI, pero el 40% del suelo terrestre se usa para la agricultura industrial, en comparación con menos del 3% para las áreas urbanas. La serie "Feedlots" del artista Mishka Henner muestra gráficamente cómo se usa la tierra a través de imágenes satelitales disponibles al público de granjas en todo Estados Unidos.
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A primera vista, las fotografías parecen abstractas, pero al examinarlas más de cerca, muestran una visión íntima de las explotaciones ganaderas y las charcas tóxicas de estiércol.
Design Earth - 'Of Oil and Ice'
Este proyecto de ficción surgió de una observación del príncipe Mohammed Al Faisal de Arabia Saudita, quien, en respuesta al crecimiento de las plantas de desalinización en una región seca con altas demandas de agua, dijo: "Un proyecto para traer un iceberg es mejor empresa que el petróleo".
El proyecto imagina el derretimiento de los casquetes de hielo en Groenlandia para satisfacer las crecientes demandas de agua del Golfo.
El simposio "In Our Time: A Year of Architecture in a Day" (Un año de arquitectura en un día), dedicado a los proyectos espaciales más emocionantes y críticos de 2017, se llevó a cabo en el Museo Metropolitano de Arte el 9 de diciembre de 2017 en Nueva York.