Date una fracción de segundo… antes de que sea demasiado tarde
Muchos de nosotros nos hemos encontrado en la siguiente situación al menos una vez: vas conduciendo y justo delante el semáforo se pone en amarillo.
¿Aceleras para cruzar antes de que la luz sea roja o pisas los frenos para parar detrás de la línea blanca?
Decides avanzar pero, en el último momento, ves una patrulla por el rabillo del ojo. ¿Puedes cambiar de opinión y frenar a tiempo? La respuesta depende de qué tan bien y qué tan rápido se comunican tres áreas distintas de tu cerebro.
OPINIÓN: ¿Quieres que alguien cambie de opinión? Considera esto
"Tenemos que ser capaces de interpretar cualquier información nueva que recibamos en el contexto en el que nos hallamos y tomar una decisión en una fracción de segundo sobre si eso significa que no deberíamos seguir adelante con lo que recién comenzamos a hacer", apunta Susan Courtney, profesora de ciencias psicológicas y cerebrales en la Universidad Johns Hopkins y autora principal de un nuevo estudio sobre el tema.
El estudio, publicado recientemente en la revista médica Neuron, identificó tres partes del cerebro que trabajan juntas para detener el movimiento del cuerpo: las partes dorsal y ventral de la corteza prefrontal ventrolateral derecha y los campos oculares frontales.
nullPara su experimento de laboratorio, los investigadores colocaron a 21 participantes en una máquina de resonancia magnética funcional y les hicieron completar una "tarea de señal de alto dependiente del contexto". Se les mostraron formas de colores en la pantalla de una computadora y se les pidió que movieran los ojos o detuvieran el movimiento de sus ojos según el color que apareciera. El movimiento rápido del ojo es denominado sacádico: "un pequeño y rápido movimiento del ojo, especialmente cuando salta de la fijación de un punto a otro". Los investigadores midieron la rapidez con que los participantes podían seguir el ritmo previsto o detenían sus movimientos oculares.
Lee: La lectura activa la mente e incrementa la inteligencia
Un ejemplo del mundo real que a Courtney le gusta ofrecer es subir una escalera en el exterior de un edificio. Estás a punto de pisar el siguiente peldaño, pero observas un destello de luz en el punto exacto en el que estás a punto de poner el pie. Muy rápidamente, debes preguntarte: ¿Hace frío afuera y podría ser hielo? ¿Estás usando zapatos que tienen más probabilidades de resbalarse o agarrarse? ¿Puedes detener el movimiento de tu pie a tiempo y pisar en otro sitio?
En cualquiera de estos escenarios, cuanto antes intentes cambiar de opinión, mejor.
Según un comunicado de prensa de la Universidad Johns Hopkins, "si intentas cambiar de opinión después de 100 milisegundos o menos, lo más probable es que puedas. Si te toma 200 milisegundos o más (menos de un cuarto de segundo), todavía sigues con el plan original. Eso es porque, para ese momento, la señal original ya va en camino hacia los músculos, más allá del punto de no retorno".
Lee: La parte del cerebro que usas más afecta a tus decisiones
Courtney señaló que la pregunta que ella espera responder es "¿estos procesos aplican a cosas que son más generales que solo mover los ojos o usar las piernas?, ¿aplican incluso a cambiar la atención... entre diferentes objetivos o pensamientos?"
La profesora presentó otro escenario en el que un alcohólico en recuperación pasa por su antigua cantina favorita. Lo más probable es que lo note, pero lo importante es enseñarle a redirigir su atención lo más rápido posible, dijo Courtney.
"Sabemos que en las personas con una adicción... su atención es capturada por estímulos que están asociados con su anterior consumo", dijo Courtney. "Eso en sí mismo no es necesariamente un problema, a menos que no puedas desviar tu atención de eso. Puedes distraerte, pero lo importante es, ¿puedes redirigir tu atención a los que deberían ser tus objetivos actuales en ese contexto?" Es decir, en el caso expuesto, evitar beber.
Lee: El efecto inesperado de la contaminación en tu mente
"Lo principal es hacer una pausa de medio segundo y re-evaluar antes de comenzar tu plan de acción. No tienes que sentarte y meditar necesariamente, pero ese medio segundo antes de tomar una decisión impulsiva de hacer algo que más tarde lamentarás puede ser muy efectivo".
En otras palabras: por más importante que sea hacer algo rápidamente, no inicies el movimiento hasta que estés seguro de estar tomando la decisión correcta.
Lee: ¿Por qué tomamos decisiones financieras irracionales?
"Date tiempo para cambiar de opinión", dice Courtney.
En la situación hipotética de conducir, quizás esto signifique conducir un poco más lento para que puedas detenerte si ves la patrulla. Más vale prevenir que lamentar.