Por qué el aire frío hace que te fluya la nariz

El aire frío y seco estimula los nervios del interior de tu nariz, que le avisan al cerebro que incremente el flujo sanguíneo en la zona.
Proceso Cuando inhalas por la nariz en temperaturas bajo cero, el aire que queda en el fondo de la nariz suele tener una temperatura de 26 °C, pero puede llegar a los 30 °C. (Foto: artursfoto/Getty Images/iStockphoto)

A entre

de las les fluye la nariz cuando hace frío. A esto se le llama "rinitis por frío" o "nariz de esquiador". Al parecer, a la gente que tiene asma, eccema y fiebre del heno le pasa más.

El trabajo de tu nariz es entibiar y humedecer el aire que respiras para que cuando llegue a tus pulmones,

.

Cuando

en temperaturas bajo cero, el aire que queda en el fondo de la nariz suele tener una temperatura de 26 °C, pero puede llegar a los 30 °C. La humedad del aire en el fondo de la nariz usualmente es de alrededor del 100%, sin importar lo frío que esté cuando lo inhales.

Esto demuestra que la nariz es muy eficiente para calentar y humedecer el aire que respiramos antes de que llegue a los pulmones. Pero ¿cómo lo hace?

El aire frío y seco estimula los nervios del interior de tu nariz, que le envían un mensaje al cerebro. Tu cerebro responde a este impulso incrementando el flujo sanguíneo en la zona; estos vasos sanguíneos dilatados calientan el aire que pasa por encima de ellos.

En segundo lugar, la nariz

a través de las glándulas secretoras de moco para aportar la humedad que se necesita para el aire que va pasando.

El aire frío y seco también estimula a las células inmunitarias (llamadas mastocitos) de tu nariz. Estas células

de líquido en tu nariz para humedecer más el aire. entre 300 y 400 ml todos los días a través de tu nariz debido a esta función.

La pérdida de calor y la de humedad están íntimamente relacionadas. Al calentar el aire en las cavidades nasales, la temperatura de la mucosa (el recubrimiento de la cavidad nasal) baja respecto a la temperatura corporal; al mismo tiempo, el agua se evapora para humedecer el aire. La evaporación del agua, que exige grandes cantidades de calor, se logra con el calor de la nariz, así que esta se enfría.

En consecuencia, el flujo de sangre a la nariz se incrementa aún más, ya que la labor de calentar el aire inhalado es más importante que la pérdida de calor en la nariz (la

es retirar la sangre de la superficie y dirigirla a los vasos más profundos para minimizar la pérdida de calor en la piel).

Como se puede ver, es difícil lograr un equilibrio entre la cantidad correcta de calor y la humedad que se pierde en la nariz. Cuando el mecanismo compensador está demasiado activo, la humedad excedente del proceso de humidificación del aire frío y seco escurre por las fosas nasales.

Los mastocitos suelen ser más sensibles en personas que tienen asma o alergias; los vasos sanguíneos reaccionan más en personas sensibles a los irritantes ambientales y a los cambios de temperatura. Es por esa razón que el aire frío puede provocar congestión nasal e incluso estornudos.

El tratamiento suele ser un pañuelo. Sin embargo, en algunos ensayos se ha probado

el uso de anticolinérgicos (bloqueadores de los impulsos nerviosos) y atomizadores nasales antiinflamatorios como la atropina y el ipratropio.

David King es orador sénior de la Universidad de Queensland, Australia. Caitlin Saunders, estudiante de Medicina, también colaboró con este artículo.
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