Belen Aldecosea tuvo que arrojar a su hámster al inodoro de un baño del aeropuerto de Baltimore debido a que no lo dejaron abordar con su mascota.
La joven de 21 años estaba con Pebbles, su animal de "apoyo emocional". Por teléfono, un empleado de Spirit Airlines le aseguró que podía volar con el animal, pero una vez en el aeropuerto de Baltimore se lo impidieron.
"Desafortunadamente, nuestro representante de reservas informó mal a la cliente al decir que un hámster estaba autorizado como animal de apoyo emocional en Spirit Airlines", dijo un portavoz de la compañía en un correo electrónico a la AFP.
"Nuestros agentes le ofrecieron, y ella lo aceptó, la posibilidad de tomar un vuelo más tarde, para que tuviera más tiempo para hallar otras soluciones para el animal", explicó el responsable de Spirit Airlines.
De acuerdo con la joven, un empleado de Spirit le propuso que lanzara al hámster enano al inodoro. A falta de otras soluciones, Belen Aldecosea lo hizo.
"Él estaba aterrado, tenía miedo. Fue horrible intentar meterlo en el inodoro", lamentó la chica.
Pero Spirit Airlines negó categóricamente: "Podemos decir con certeza que en ningún momento nuestros agentes sugirieron a la clienta que metiera en el inodoro o lastimara a un animal. Es increíblemente desgarrador escuchar que esta clienta ha decidido terminar con la vida de su propia mascota".
Las aerolíneas deben enfrentar cada vez más inconvenientes relacionados con los llamados animales de "apoyo emocional". El mes pasado, al pavo Dexter se le impidió abordar un vuelo de United Airlines en el aeropuerto de Newark, en las afueras de Nueva York. El episodio fue ampliamente comentado en las redes sociales.
La compañía Delta informó, por su parte, un aumento del 84% del número de incidentes con animales desde 2016.
Belen estaría evaluando interponer una demanda contra Spirit Airlines.