La NASA busca resucitar los vuelos supersónicos comerciales
La NASA tiene emocionantes noticias para aquellos que todavía le suspiran al vuelo aéreo supersónico ofrecido por Concorde.
La agencia espacial estadounidense ha anunciado que ha emprendido planes para desarrollar un avión que pueda romper la barrera del sonido, pero de forma silenciosa. Lo que significa que a diferencia de sus ruidosos predecesores, incluido el Concorde, podría operar rutas comerciales sobre zonas terrestres.
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La NASA ha otorgado a Lockheed Martin un contrato de 247.5 millones de dólares para construir este avión supersónico. Quiere que la compañía aeroespacial perfeccione, construya y pruebe el avión experimental - conocido como X-plane o "Low-Boom Flight Demonstrator" - y lo entregue al Centro Armstrong de la NASA a finales de 2021.
La agencia espera que el avión pilotado, diseñado para producir explosiones sónicas apenas audibles desde tierra, brinde datos cruciales que podrían beneficiar el viaje aéreo comercial supersónico.
nullEl vuelo supersónico sobre zonas terrestres está actualmente restringido debido a los problemas de ruido, uno de varios factores que redujeron el atractivo del Concorde para las aerolíneas comerciales. El problema del ruido ha acosado a los innovadores aeronáuticos que buscan crear un sucesor para el avión anglo-francés desde que se retiró en 2003.
"Es muy emocionante estar de vuelta diseñando y volando aviones X a esta escala", dice Jaiwon Shin, administrador asociado de aeronáutica de la NASA. "Nuestra larga tradición de resolver las barreras técnicas del vuelo supersónico para beneficiar a todos continúa".
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El avión propuesto, basado en un diseño preliminar desarrollado por Lockheed Martin, tendrá 29 metros de largo con una envergadura de 9 metros y un peso de despegue con tanque lleno de 15,000 kilos.
Reducción de barreras sónicas
¿El secreto de su bajo nivel de ruido? Según la NASA, la singular estructura del X-Plane reducirá la intensidad del estampido sónico que provoca.
"Hay tantas personas en la NASA que han hecho su mejor esfuerzo para llevarnos hasta este punto", agrega Shin. "Gracias a su trabajo hasta el día de hoy y al trabajo por venir, seremos capaces de utilizar este X-plane para generar los datos recogidos por la comunidad científica críticos para cambiar las reglas actuales para transformar la aviación".
La NASA, desde luego, no es la única que busca revivir el viaje aéreo supersónico.
Recientemente Japan Airlines invirtió 10 millones de dólares en Boom Technologies, una startup con sede en Denver que también espera resucitar los viajes aéreos supersónicos en la próxima década. Por su parte, Spike Aerospace espera probar su jet supersónico S-512 a fines de este año.