¿Qué indica el cambio de alerta en el Popocatépetl? Vulcanólogo nos explica
(Tec Review).- Luego de que la Coordinación Nacional de Protección Civil (CNPC) elevó la Alerta Volcánica del Popocatépetl a Amarillo Fase 3, las autoridades pidieron a la población estar atenta a los avisos de fuentes oficiales.
Pero, ¿qué indica este cambio en el semáforo de actividad volcánica? El Dr. Hugo Delgado Granados, director del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma (UNAM) y miembro del Comité Científico Asesor del Popocatépetl explicó a Tec Reviewque las acciones de la CNPC no responden a un cambio drástico en la actividad del volcán, sin embargo sí a un cambio en el estilo eruptivo en el ‘Popo’.
Para entender el cambio en el ‘estilo’ de la actividad del volcán, el investigador de la UNAM explicó que en diciembre de 1994, tras medio siglo inactivo, el coloso comenzó una larga fase eruptiva que se manifestó con la formación de domos de lava en el cráter; evento que marcó una serie de patrones hasta febrero de este año.
“El volcán, como parte de sus procesos, tiene inyecciones de magma interno que hacen que ascienda material hasta llegar a la superficie, formando un domo. En marzo de 1996 surgió el primer domo en el ‘Popo’ mismo que fue destruido en abril de ese año”.
El domo es una estructura de lava “en forma de cúpula que se forma cuando una erupción efusiva se desarrolla lentamente en un terreno plano o de poca inclinación y la lava que es emitida es muy viscosa”.
“El magma dentro de sus componente tiene una serie de gases que bloquean el sistema de conductos del volcán evitando que estos salgan disparados hacia la superficie. Los gases se acumulan hasta llegar a un nivel en que la presión acumulada rompe el cuerpo de lava, lo fragmenta y lo destruye”, explicó Delgado Granados.
“A lo largo de 25 años el volcán tenía un comportamiento similar y digamos que la intensidad eruptiva -en términos generales- no ha cambiado, ya que no ha rebasado ciertos niveles de la energía liberada, pero en estas circunstancias este pronóstico ya no existe. Lo que hace un poco impredecible las circunstancias”, aseguró.
El vulcanólogo dijo que las mediciones y monitoreo en el ‘Popo’ siempre han sido intensas y permanentes, pero en este momento el nivel de atención está puesto en diferentes aspectos que puedan dar una indicador de un posible escalamiento o anomalía en la actividad eruptiva, la cual aclaró hasta el momento no ha sucedido.
“Estamos obligados a hacer un un seguimiento más cercano de la actividad eruptiva”, en la que se conjugan el monitoreo, la investigaciones y los trabajos del Centro Nacional de Prevención de Desastres y el Instituto de Geofísica de la UNAM.
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