Hasta la fecha, los únicos exoplanetas conocidos que giran alrededor de su estrella tan rápido (en menos de 24 horas) son gigantes gaseosos 10 veces más grandes que la Tierra o planetas rocosos cuyo tamaño es la mitad de ésta.
El LTT9779b tiene aproximadamente cinco veces el tamaño de la Tierra y está ubicado en un área que los astrónomos llaman "desierto caliente de Neptuno", donde los planetas de este tamaño "no deberían existir", resume el Sr. Parmentier.
Además, los astrónomos no esperaban hallar en ese exoplaneta ningún tipo de atmósfera a causa de la proximidad con la estrella, que normalmente "arrastra" cualquier tipo de formación gaseosa.
Tras muchas investigaciones encontraron la explicación: "las nubes metálicas de LTT9779b actúan como un espejo", reflejando la luz y evitando que la atmósfera se desintegre, según Maximilian Guenther, científico jefe del proyecto Cheops de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Actúan "un poco como un escudo" como los que protegen "las naves espaciales en los viejos episodios de la serie 'Star Trek'", explicó a AFP.
Esta investigación marca "un paso importante" porque demuestra cómo un planeta del tamaño de Neptuno puede sobrevivir en un entorno así, agregó el científico.
El telescopio Cheops de la ESA fue enviado al espacio en 2019 para explorar los planetas descubiertos fuera del Sistema Solar, con lo que se pudo medir el poder de reflexión comparando la luz antes y después de que el exoplaneta desaparezca detrás de su estrella.