Este martes debe comparecer ante el juez para escuchar los cargos que penden sobre él y saber si aguardará el juicio en libertad o en prisión.
"Durante décadas", Sean Combs "abusó, amenazó y coaccionó a mujeres y a otras personas de su entorno para satisfacer sus deseos sexuales, proteger su reputación y ocultar sus actos", reza el documento de la fiscalía, que lo acusa de utilizar su "imperio" musical para conseguir sus fines.
El fiscal Damian Williams dijo a la prensa que Combs erigió un sistema basado en la "violencia" para obligar a las mujeres a "largas relaciones sexuales con prostitutos", bajo efectos de drogas como éxtasis GHB (la droga de los violadores) o ketamina, y que el rapero "grababa".
"Cuando no lograba lo que quería, era violento (...) pateaba y arrastraba a las víctimas, a veces por el cabello", dijo el fiscal.
Un video de una cámara de seguridad en un hotel que salió a la luz en mayo pasado muestra a Combs agrediendo físicamente a su pareja sentimental de entonces, la cantante Casandra Ventura, conocida artísticamente como Cassie, y arrastrándola por el cabello hacia la habitación de la que trataba huir.
Una denuncia de Cassie a finales del año pasado inició la caída en desgracia del magnate, al que acusó de someterla durante más de una década a coacciones físicas y drogarla, y de violarla en 2018.
La demanda se resolvió rápidamente fuera de los tribunales, pero le siguieron una serie de denuncias de agresión sexual igualmente escabrosas, incluida una presentada en diciembre por una mujer que alegaba que Combs y otras personas la habían violado en grupo cuando ella tenía 17 años.
Varias querellas civiles lo describen como un violento depredador sexual que utilizaba alcohol y drogas para someter a sus víctimas.
Su abogado, Marc Agnifilo, dijo que su defendido se iba a declarar "no culpable" de las acusaciones.
Conocido también como Puff Daddy y P Diddy, este poderoso magnate de la industria musical es considerado el artífice de la transformación del hip hop surgido en las calles a género musical por sí mismo.
A lo largo de las décadas ha amasado una gran fortuna, sobre todo gracias a sus aventuras en la industria del licor.
Nacido como Sean John Combs el 4 de noviembre de 1969, en Harlem (Nueva York), el artista empezó en la industria musical como un becario en 1990 en Uptown Records, de la que llegó a convertirse en director.
Se labró una reputación como organizador de eventos, que sería fundamental para su marca a medida que aumentaba su fama.
En 1991 promovió un partido de baloncesto de famosos y un concierto en el City College de Nueva York que se saldó con nueve muertos tras una estampida.
El evento superó el aforo en miles de personas y dio lugar a una serie de demandas, en las que se culpó a Combs de contratar una seguridad inadecuada.
Fue despedido de Uptown y fundó su propio sello, Bad Boy Records.
Comenzó así un rápido ascenso a la cima del hip hop de la costa este, junto con su discípulo, el difunto The Notorious B.I.G.
Combs firmó varios contratos importantes y colaboró en la producción con artistas de la talla de Mary J Blige, Usher, Lil' Kim, TLC, Mariah Carey y Boyz II Men.
Ganador de un Grammy, debutó como cantante con el sencillo "Can't Nobody Hold Me Down" y su álbum "No Way Out".
Se forjó una imagen de buscavidas impetuoso y fanfarrón, un importante productor que también se aventuró en Hollywood, la telerrealidad y la moda, y mantuvo relaciones sentimentales entre otras con Jennifer López.