Arqueología y lujo para atraer turismo
México, que necesita más turistas extranjeros para ayudarle a salir de su peor recesión en décadas, tiene planeado abrir este año una zona arqueológica a pocos metros de Huatulco, en las costas del Pacífico.
La segunda economía de Latinoamérica apuesta por sus vestigios para recuperar a una gran cantidad de turistas que salieron de sus centros vacacionales el año pasado debido a la crisis económica y el brote de influenza H1N1. El turismo es para México una de las principales fuentes de divisas.
La zona arqueológica de Bocana del Río Copalita, bautizada así por un afluente donde se practica el "rafting" y desemboca en las aguas del Océano Pacífico, en el sureño estado de Oaxaca, abrirá al público a mediados de año.
Los edificios prehispánicos del complejo, una ciudad que fue habitada por hasta 10,000 personas de grupos que llegaron desde la zona del Golfo de México en el año 500 antes de Cristo, están a sólo medio kilómetro de Huatulco, un balneario con nueve pintorescas bahías y cercano a playas nudistas.
"Es la primer zona arqueológica en abrirse al público en la costa oaxaqueña y una de las pocas del Pacífico mexicano que cuentan con un museo de sitio ", dijo el arqueólogo Raúl Matadamas, quien dirige las investigaciones en el área.
No se trata de un sitio con edificios prehispánicos monumentales, como las majestuosas Chichén Itzá, en el sureño estado de Yucatán, y Teotihuacán, vecina a Ciudad de México.
SENDEROS RUMBO AL MAR
En la zona -rodeada de vegetación y donde se han construido senderos que llevan a miradores para ver el mar a unos 100 metros de distancia- las estructuras son más anchas y de menor altura, probablemente por ser una zona sísmica.
Cuando se descubrieron las primeros vestigios de este complejo en 1994, se pensó que era sólo un pequeño asentamiento, pero tras investigaciones se encontró un juego de pelota, un centro ceremonial, dos pirámides y una plaza.
La ciudad fue edificada y habitada hace 2,600 años por grupos de la región que la abandonaron en el año 650 después de Cristo. Casi cuatro siglos después, volvió a habitarse por otros grupos que se mantuvieron hasta la conquista española.
México quiere impulsar este año las visitas a sus casi 180 zonas arqueológicas abiertas al público en busca de revertir la drástica baja del turismo extranjero, cuyos ingresos cayeron un 15.1% en el 2009 , golpeados por la recesión económica global y el brote de influenza.
Entre las zonas arqueológicas abiertas al público sobre la costa del Pacífico mexicano está la de Palma Sola, sobre un cerro cercano al balneario de Acapulco que conserva una veintena de enormes rocas grabadas por primitivos pobladores entre los siglos II antes de Cristo y VI después de Cristo.
Otros centros arqueológicos que México tiene planeado abrir este año se ubican en los estados de Guanajuato y Querétaro, en el centro del país, y son de la cultura otomí en el período clásico, entre los años 220 y 1050 después de Cristo.
México es uno de los diez principales destinos turísticos del mundo según la Organización Mundial de Turismo (OMT).