Los escépticos del cambio climático tienen más voz en medios que los científicos

Las voces escépticas de la situación del cambio climático son más citadas que los climatólogos reconocidos, incluso en medios como The New York Times, The Guardian o The Wall Street Journal.

PARÍS - Las personalidades que niegan la existencia del calentamiento global han recibido durante años más atención de los medios de comunicación que los climatólogos reconocidos, lo que ha creado confusión entre el público en general y frenando la lucha contra el calentamiento global, según un estudio.

Para este estudio publicado esta semana en Nature Communications, investigadores analizaron 100,000 artículos de prensa escrita o en línea publicados entre 2000 y 2016, buscando citas y nombres de cientos de destacados climatólogos, académicos, empresarios y políticos que ponen en duda el calentamiento global o atribuyen el aumento de las temperaturas a causas "naturales".

"Encontramos que la visibilidad de los que niegan el cambio climático es 49% mayor que la de los que creen", señalan los autores de este estudio dirigido por Alexander Petersen, de la Universidad de California en Merced.

Incluso dentro de una selección de los principales medios en inglés como The New York Times, The Guardian o The Wall Street Journal, los 'climatoescépticos' fueron citados un poco más a menudo.

Según datos científicos, las temperaturas mundiales ya han subido un grado Celsius desde la era preindustrial debido a las emisiones de gases de efecto invernadero inducidas por el ser humano, lo que supone una amenaza para la humanidad.

"Los que están a contracorriente en cuanto al cambio climático han logrado organizar una voz fuerte en la comunicación política y científica", estiman los autores del estudio.

"Esta desproporción en la visibilidad mediática de los argumentos y de los actores contrarios a la corriente distorsiona la distribución de las opiniones de los expertos" y "socava" la credibilidad de los científicos del clima, agregan.

Este desequilibrio se ve reforzado por el efecto amplificador de las redes sociales como Facebook y Twitter.