Sin embargo, explica la revista, las personas que se vacunaron tenían más probabilidades de ser mayores y de padecer otras afecciones, como hipertensión arterial y colesterol alto, que les harían más propensos a sufrirlo.
Una vez que se ajustaron esos factores, se vio que los vacunados eran un 12 % menos propensos a sufrir un ictus.
El estudio también analizó si la vacuna contra la neumonía tenía algún efecto sobre el riesgo de ictus y no se encontró ningún efecto protector.
"Estos resultados son una razón más para que las personas se vacunen anualmente contra la gripe, especialmente si tienen un mayor riesgo de sufrir un ictus", dijo de Abajo.
Este estudio observacional “sugiere que quienes se vacunan contra la gripe tienen un menor riesgo de sufrir un ictus. Para determinar si esto se debe a un efecto protector de la propia vacuna o a otros factores, se necesita más investigación", agregó.