¿De qué manera se puede invertir el dinero con el menor riesgo?
(Nota del editor: esta nota forma parte de las consultas realizadas a Walter Updegrave, periodista de CNNMoney)
Un lector recibió una gran suma de dinero, y me formula la siguiente consulta: Heredé cerca de 250,000 dólares que quiero invertir en acciones y bonos. Pero me preocupa que las acciones puedan estar sobrevaloradas y que la subida de las tasas de interés perjudique a los bonos. ¿Alguna sugerencia sobre cómo debería invertir ese dinero, qué acciones y bonos debo comprar y durante qué plazo debería invertir?
Puedo entender tu nerviosismo. Numerosos analistas creen que esta época de mercado alcista (que suma una racha de más de siete años) en combinación con valoraciones bursátiles un tanto elevadas nos exponen a un revés importante. Y dado que los rendimientos de los bonos están próximos a mínimos históricos, muchos inversores ven el mercado de bonos como una burbuja a punto de explotar.
¿Pero adivina qué? Siempre hay razones para temer que los mercados se vuelvan en tu contra justo cuando estás poniendo en ellos tu dinero. Mira las acciones, en muchas ocasiones durante la racha espectacular que ha tenido el mercado desde sus mínimos de marzo de 2009 (ha subido más de 200% desde entonces) las personas estaban convencidas de que las acciones sufrirían un gran revés.
Recientemente se suponía que el Brexit, o el voto británico para dejar la Unión Europea, provocaría una caída en las acciones. Y antes la desaceleración del crecimiento en China, la baja en las calificaciones de la deuda del Tesoro estadounidense y los problemas de deuda de Grecia atizaban el temor a un gran desplome bursátil. Incluso cuando el mercado estaba hundido en los días oscuros de la crisis financiera, había más gente preocupada de que los precios de las acciones siguieran cayendo que la que confiaba en que estaban a punto de subir.
En cuanto a los bonos, bueno, durante al menos seis años hemos oído predicciones desoladoras. Y estoy seguro de que las tasas de interés subirán un día y los bonos sufrirán un golpe. Pero ni yo ni nadie sabe cuándo llegará ese día o hasta qué punto caerán los precios de los bonos.
Además, aunque los bonos nos parezcan riesgosos porque a su bajo rendimiento actual son especialmente vulnerables al aumento de las tasas, visto desde otro punto de vista pueden ser más valiosos de lo que creen muchos inversionistas. Esto se debe a que los últimos datos muestran que la correlación entre acciones y bonos del Tesoro se encuentra en o cerca de su nivel más bajo en 145 años. Eso significa (sin entrar en jergas técnicas aburridas) que los bonos tienen más probabilidades de proporcionar al menos un poco de amortiguamiento cuando la bolsa caiga.
Todo lo anterior quiere decir que no puedes basar tu inversión en la ansiedad y los sentimientos viscerales. Si quieres una oportunidad razonable de ver crecer tu dinero en el largo plazo, tienes que idear una estrategia que puede prosperar en una variedad de condiciones de mercado y ofrezca cierta protección en los tiempos malos y una posibilidad decente de aprovechar los tiempos buenos.
En la práctica, eso significa establecer una mezcla ampliamente diversificada de acciones y bonos que armonice con tu tolerancia al riesgo y sea compatible con tus objetivos financieros. Responde las 11 preguntas diseñadas para evaluar qué tipo de pérdida puedes tolerar antes de huir de las acciones y determinar cuánto tiempo esperas mantener invertido tu dinero, te ofrecerá una recomendación de qué porcentaje de tu cartera debes invertir en acciones y qué porcentaje en bonos.
También podrás ver cómo esa cartera sugerida y otras más conservadoras y más agresivas se han desempeñado durante muchos años a lo largo de los altibajos del mercado. Con esto, tendrás una idea aproximada sobre si prefieres la mezcla recomendada o inclinarte más hacia las acciones o los bonos. (También conviene mantener suficiente dinero en efectivo en una reserva de emergencia para pagar el equivalente a tres meses de gastos de vida o, si estás jubilado, el equivalente a uno o dos años de gastos de vida esenciales aparte de lo que cubra la Seguridad Social y cualquier pensión).
Después de elegir una mezcla de acciones y bonos, puedes centrarte en decidir qué acciones y bonos comprar. La elección es simple: Puedes tratar de adivinar qué acciones, bonos o fondos mutuos podrían superar a sus pares. O puedes construir una cartera invirtiendo en fondos índice de acciones y bonos que te den exposición a amplios sectores de la totalidad de los mercados de acciones y bonos en un solo fondo.
Por ejemplo, puedes tener acceso a prácticamente todos los valores que cotizan en la bolsa de Estados Unidos en un fondo, un fondo índice total de la bolsa estadounidense de valores. Puede hacer lo mismo para los bonos con un fondo índice total del mercado estadounidense de bonos. Si deseas agregar títulos internacionales a la mezcla (que creo que es una buena idea, pero no pasará nada si no quieres), también puedes añadir un fondo índice total de acciones o bonos internacionales.
No puedo garantizar que al elegir los fondos índice obtengas el máximo rendimiento posible, pero los estudios muestran que los fondos índice suelen obtener mejores resultados que los fondos con gestores que tratan de superar el mercado. También gastarás menos dinero en comisiones si eliges los fondos índice, muchos de ellos cobran menos de 0.20% al año en comparación con el 1% o más de muchos fondos de gestión activa. Reducir al mínimo los gastos es bueno, pues un estudio de Morningstar sobre comisiones en 2016 muestra que los fondos que cobran bajas comisiones por lo general superan a sus contrapartes que cobran altas comisiones.
Si prefieres tratar de encontrar por tu cuenta fondos que crees pueden superar el mercado - o si quieres incluir un fondo de gestión activa o dos en la mezcla además de tus fondos índice - puedes buscar candidatos utilizando criterios tales como gastos, rendimientos anteriores y el famoso ranking de estrellas de Morningstar que encontrarás en el evaluador de fondos mutuos y fondos cotizados Morningstar Mutual Fund and ETF Screener.
Al momento de concretar la composición de la cartera que has elegido, la mayoría de los periodistas de finanzas personales y muchos asesores te dirán que inviertas el dinero a intervalos (lo que se conoce como dollar-cost average), esto es, que muevas el dinero de la herencia gradualmente en acciones y bonos, por lo general en el transcurso de un año. Así, por ejemplo, si has decidido invertir tus 250,000 dólares en una mezcla de 60% acciones y 40% bonos, cada mes mueves 12,500 dólares en acciones y 8,333 en bonos, lo que, haciendo caso omiso de las ganancias o pérdidas de inversión, te dejaría con 150,000 dólares en acciones y 100,000 en bonos después de 12 meses.
Pero cuando lo meditas, esta estrategia no tiene mucho sentido. Invertir en intervalos regulares sólo hace que tardes más tiempo para llegar a la mezcla de acciones y bonos que decidiste como la más adecuada ante la incertidumbre del mercado. Durante la mayor parte del año estarías invirtiendo de manera más conservadora (es decir, más en bonos y en efectivo, suponiendo que en este momento tienes esos 250,000 dólares en efectivo) de lo que deberías.
Así que si realmente crees que tu distribución es la adecuada para ti (sea el 60% en acciones y el 40% en bonos u otra), debes concretarla inmediatamente. Si eres emocional o psicológicamente incapaz de hacerlo, entonces por lo menos alcanza tu meta de acciones y bonos tan pronto como puedas, hazlo mejor en el plazo de unos pocos meses que en el transcurso de un año.
Por último, una vez que hayas repartido tu dinero entre acciones y bonos, no lo toquetees ni hagas cambios dramáticos porque creas (o porque así lo digan los expertos) que el mercado podría bajar o subir. A lo mucho limítate a reequilibrar tu cartera periódicamente, o quizás a moverte hacia los bonos a medida que envejezcas, pero procura apegarte a tu distribución de acciones y bonos sin importar lo que esté pasando en los mercados financieros.
En otras palabras, en un futuro como el de ahora, tu mejor oportunidad de invertir con éxito no radica en conjeturas ni intuición (o buscar inversiones de moda o rebuscadas) sino en establecer una estrategia razonable con la que te sientas cómodo en los tiempos buenos y malos.