A seis meses de la llegada de Trump, esto es lo bueno y lo malo de su liderazgo
En los primeros seis meses de su gestión presidencial, Donald Trump ha tenido numerosas fallas en su forma de liderar. Comentarios racistas, amenazas y críticas, son algunas de las ‘armas’ que utiliza el mandatario para demostrar su poder.
Para Luis Huete, vicerrector y tesorero de la International Academy of Management, la necesidad de adulación y protagonismo exagerado de Trump es lo que le ha dado el título del presidente peor valorado en el mundo. Una encuesta realizada por el centro de investigaciones Pew Research Center reveló que sólo 22% de los individuos tiene confianza en el líder de Estados Unidos, lo que contrasta con 64% de certidumbre generada por Barack Obama en sus últimos años de su gobierno.
La razón de los bajos niveles de popularidad del actual mandatario de EU, según César Fernández, CEO de Conktena, firma de coaching y desarrollo empresarial, es la carencia de humildad: “El principal problema de Donald Trump es su ego, lo que le impide reconocer sus errores y corregirlos. Esto, sin duda, juega en su contra”, indica el especialista.
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El exceso de confianza lo ha transformado en una figura intransigente y egoísta, lo que se comprueba en sus actos públicos: “Todas esas groserías que les hace a los líderes mundiales nos hablan de una necesidad absoluta de atención, de una persona que no quiere hacer lo correcto, sino que lo reconozcan”, afirma.
Autenticidad del líder
Trump siempre se ha caracterizado por ‘salirse del guión’, por dar declaraciones polémicas y tomar decisiones sin considerar el impacto que éstas puedan generar en los demás, dice Fernández.
“Ser auténtico es uno de los puntos indispensables del liderazgo, ya que nadie va a seguir a una persona que finge. Esto es un punto a su favor”, agrega el experto de Conktena. Si bien no es la manera correcta de llevar las riendas de un país, “así aprendió a hacer negocios”.
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Un líder no necesariamente tiene que ser agradable y sociable, lo que necesita es tener inteligencia emocional y no confundir el cumplimiento de metas (corto plazo) con el de objetivos (largo plazo):
“El error no es el tipo de liderazgo de Trump, sino que escogieron a la persona equivocada para el puesto de presidente, y eso pasa en las empresas”, concluye el CEO de Conktena.