Los mexicanos dan más ‘tarjetazos’
Los mexicanos han incrementado el uso de las tarjetas de crédito en lo que va de 2016, factor que ha soportado parte del consumo, de los motores más importantes de la economía.
"Por un lado, el crecimiento en el saldo pudiera deberse a un incremento en la emisión de tarjetas por parte de los bancos y a un mayor uso por parte de los tarjetahabientes”, señalaron analistas de BBVA Bancomer en un reporte.
El saldo en las tarjetas de crédito aumentó 7.7% anual en agosto de este año tras haber avanzado 7.6% en julio para sumar 322,477 millones de pesos, de acuerdo con cifras del Banco de México (Banxico).
En agosto de este año, el número de tarjetas fue de 23.6 millones frente a los 22.5 millones de plásticos que se registraron en el mismo mes de 2015, según cifras de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV).
“Estas cifras parecen apuntar a una mayor demanda de crédito asociada a algunos datos positivos de consumo interno”, agregaron.
Algunos de los indicadores del consumo continúan mostrando fortaleza. Las ventas iguales de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD) (las de aquellas tiendas con un año de operación) aumentaron 1.7% en agosto y 5.6% en septiembre.
En esos mismos meses las ventas iguales de Walmart, la mayor minorista del país, crecieron 3.8% en agosto para tener un rebote de 6.1% en septiembre.
“La baja inflación, las bajas tasas de interés y la depreciación del peso son los factores de fondo que explican el buen desempeño del consumo”, dijo a Expansión Carlos Capistrán, economista para México Bank of America Merrill Lynch.
La depreciación del peso genera que los consumidores disminuyan la compra de mercancías importadas, aunado a que incrementa el monto de las remesas.
Otros componentes del consumo interno han mostrado un crecimiento más moderado.
Los créditos de nómina avanzaron 18.7% en agosto tras haber crecido 20.7% en julio, mientras que los préstamos personales crecieron 19.5% tras haber avanzado 20.1% en el mes previo.
“Es posible que la moderación en el crédito de nómina y de créditos personales sea consecuencia de un menor crecimiento en el salario real de los trabajadores formales (IMSS), así como de una menor confianza por parte de los consumidores”, dice el reporte de BBVA Bancomer.