Riesgo de recortar calificación de México aumenta: Moody's
La calificación crediticia de México tiene más riesgos de ser recortada ante el incremento en los elementos que juegan contra la economía del país, de acuerdo con la agencia calificadora Moody's.
Esto, en un contexto en el que el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, resulta un personaje impredecible que ha generado gran volatilidad internacional.
"Es un ambiente complicado en que tal vez las políticas públicas tengan que cambiar para ajustarse a la realidad de lo que este pasando en 2017. Se puede decir que el riesgo respecto a 2016 de que se baje la calificación sí ha aumentado un poco más. Pero no creemos que haya aumentado de sobremanera", dijo en una conferencia telefónica el analista soberano para México de Moody's, Jaime Reusche.
En 2015 Moody's puso en perspectiva negativa la calificación crediticia de México de "A3" debido al acelerado crecimiento de la deuda pública.
De acuerdo con Reusche la economía mundial está entrando a un terreno desconocido en el que habrá más volatilidad en los flujos de inversión y monedas como el peso mexicano.
"Y todo responde a choques que se puedan venir cuando tenemos un ambiente nuevo en el cual algunas de las políticas económicas de Estados Unidos se están haciendo vía Twitter, lo que amplifica estos choques y volatilidad", agregó el analista.
Por lo que la Secretaría de Hacienda se enfrenta a un escenario cada vez más complicado para lograr la consolidación de las finanzas públicas (reducir déficit y deuda).
Lo anterior porque si consolida las finanzas públicas muy rápido, es decir, recorta de una manera más acelerada el gasto público para no tener que contratar deuda, le quita fuerza al crecimiento económico.
Por su parte, Mauro Leos, vicepresidente y analista senior de Moody’s dijo que a su parecer el gobierno va por buen camino para conseguir la calificación pese a que toda la región de América Latina enfrenta un panorama negativo.
Los analistas puntualizaron que los puntos a favor es que en los últimos meses los ingresos tributarios han crecido más de lo esperado, mientras que el gasto intermedio del gobierno en bienes y servicios se ha reducido en 10%.