Reforma fiscal o recorte de impuestos, el dilema de Donald Trump
Con la esperanza de superar su intento fallido de derogar Obamacare la semana pasada, los republicanos y la Casa Blanca han estado hablando sobre el siguiente objetivo: la reforma fiscal.
Pero a partir del presidente Donald Trump, el término “reforma fiscal” se usa indistintamente con “recortes de impuestos”, cuando son dos cosas muy distintas.
La reforma fiscal, que puede incluir recortes de impuestos, es más difícil de lograr e involucra un balance complejo. Los recortes de impuestos, por sí mismos y sin muchos balances, no califican como una reforma y son mucho más sencillos de lograr.
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La verdadera reforma reestructura el código fiscal para hacerlo más simple, justo y eficiente, dijo Mark Mazur, exsecretario asistente de Políticas Fiscales el Departamento del Tesoro, quien es ahora director del Centro de Políticas Fiscales.
Por ejemplo, una reforma podría mejorar el código para estimular actividades económicas deseables y desalentar las no deseables, y modernizaría el código para reflejar con mayor precisión cómo se realizan los negocios y cómo viven los estadounidenses hoy día.
La última vez que el Congreso realizó una reforma real fue en 1986. “La reforma fiscal no ha sucedido en 31 años: este es el unicornio de política más escurridizo de todos”, señaló Chris Krueger, analista senior de políticas en Cowen Washington Research Group.
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Los recortes de impuestos, en contraste, han pasado muchas ocasiones en las últimas tres décadas.
La oportunidad de una verdadera reforma fiscal en 2017, como sigue prometiendo la administración Trump, es cada vez menos posible dada la agenda legislativa saturada y las dudas sobre si los republicanos están de acuerdo entre ellos, y mucho menos con los demócratas.
La administración Trump, mientras tanto, está muy deseosa de poner una victoria legislativa en el tablero .
Así que podría haber tentación de parte de los republicanos de hacer una de las siguientes cosas: simplemente pasar un paquete de recortes de impuestos, o pasar un paquete de recorte de impuestos con un “adelanto de reforma fiscal”, como lo puso Mazur (por ejemplo, algunos cambios estructurales, pero no una transformación completa del código).
Dónde estamos ahora
A la fecha, solo los republicanos de la Cámara de Representantes han propuesto formalmente una iniciativa de reforma fiscal seria, si bien no ha sido introducida como proyecto de ley.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, ha dicho que el Gobierno ha estado trabajando en su propio plan por los últimos dos meses y probablemente salga “muy pronto”. Él también indicó que el plan Trump probablemente no contenga una propuesta controversial para incrementar la recaudación: el impuesto de ajuste fronterizo (BAT).
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No está claro si los republicanos estarán de acuerdo con “pagar por” los recortes en las tasas de impuestos que buscan incluir. Los líderes de la Cámara dicen que quieren una reforma fiscal que sea neutral en términos de recaudación y buscan lograrlo en parte a través del BAT. Pero si eso no funciona, no es claro qué tomaría su lugar.
Tal vez nada. El presidente del House Freedom Caucus, que normalmente arma un alboroto sobre los déficits, dijo en “This Week” de la ABC que su grupo podría no oponerse a los déficits generados por los recortes de impuestos.
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Una propuesta de ley de reforma presentada en 2014 por el entonces presidente del comité redactor de impuestos de la Cámara era de recaudación neutra.
A todos les gustaron los recortes de impuestos en la propuesta, pero la manera en que planeaba incrementar la recaudación para compensar los recortes no, dijo Dean Zerbe, ex consejero senior del Comité de Finanzas del Senado y ahora director general nacional de Alliantgroup.
"Fue tan poco popular que no votaron por ella ni en su propio comité”, dijo Zerbe.
Es por ello que él espera que, si los republicanos hacen algo sobre la reforma fiscal este año, tendrán que garantizar más ganadores que perdedores. Su expectativa: una propuesta de ley que ofrezca recortes de impuestos y algunos generadores fiscales pero no suficiente para evitar el esfuerzo de añadir a los déficits.