Mientras el mundo pelea, el oro y el bitcoin se encarecen
El oro a menudo se desempeña bien en tiempos de agitación, así que, ¿es una sorpresa que el precio del metal amarillo haya subido 13% este año y se acerque a 1,300 dólares la onza?
Los temas que causan mayor volatilidad son: Qatar, los últimos ataques terroristas en Londres, las elecciones en Reino Unido y encima el drama del gobierno de Donald Trump en Estados Unidos a medida que se espera que el exdirector del FBI, James Comey, testifique ante el Congreso este jueves.
¿Estas razones son suficiente turbulencia para ti?
Todas estas preocupaciones geopolíticas están ayudando a elevar los precios del oro. Y algunos piensan que podría subir aún más, especialmente si Qatar y otras naciones de Medio Oriente continúan peleando. Arabia Saudita, Egipto y otros han cortado los lazos diplomáticos con Qatar, al que han acusado de patrocinar el terrorismo.
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Ding Yao, analista de ThinkMarkets en Londres dijo en un informe que “el conflicto entre Arabia Saudita y Qatar podría remoldear a Medio Oriente” y que tiene el potencial de impulsar el oro a 1,350 dólares por onza “si las tensiones siguen aumentando”.
El alza en el oro está ocurriendo mientras que el dólar estadounidense continúa debilitándose y los rendimientos del bono del Tesoro a largo plazo decrecen también.
Una disminución en el valor del dólar tiende a ser una buena señal para el oro.
Los fanáticos del metal amarillo a menudo señalan que éste no está tan sujeto a los caprichos de los políticos y los banqueros centrales, ya que no es un papel moneda. El suministro de oro está determinado por lo que existe en el suelo, no por una imprenta gubernamental.
Además, el precio de la moneda digital, bitcoin, está al alza también. Apenas la semana pasada los precios del bitcoin superaron los 2,000 dólares por primera vez, ahora se acercan a 3,000 dólares.
Esas son señales potenciales de que los inversionistas también comienzan a preocuparse por la economía estadounidense, especialmente después de que el gobierno informó recientemente que hubo menos empleos de lo esperado durante mayo y que su creación durante meses anteriores fue a la baja.
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El mercado bursátil estadounidense sigue cerca de máximos históricos pese a estas preocupaciones, pero los inversores podrían estar llegando a la conclusión de que tener exposición a activos como el oro podría servir bien si las acciones bajan y que esa no es la peor idea del mundo.
“Los inversores están cubriendo sus apuestas en cierta medida, hay algunas potenciales sorpresas negativas al acecho”, dijo Lisa Kopp, directora de inversiones tradicionales de la Private Client Reserve del U.S. Bank.
¿Una gran preocupación? Los niveles de deuda del consumidor están subiendo de nuevo y están incluso por encima de los niveles de 2008.
Esto no significa que se acerque otro colapso financiero como el que experimentó la economía global hace nueve años, pero sí significa que la economía estadounidense podría no volver a la vida en el corto plazo.
Los analistas de la firma de investigación Incrementum escribieron en un informe la semana pasada que las preocupaciones sobre una economía lenta, junto con el panorama político altamente incierto y volátil en Washington, deberían presionar al oro aún más arriba.
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“El rally en el sector de los metales preciosos probablemente apenas ha comenzado”, escribieron los analistas de Incrementum, y agregaron que “la elección del que probablemente es el presidente estadounidense más impredecible de todos los tiempos” es otra razón por la cual esta fiebre del oro podría no haber terminado aún.
