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Exxon y Rusia, los obstáculos de Tillerson para ser secretario de Estado de EU

El hombre de Exxon de toda la vida podría estar en una posición privilegiada para levantar las sanciones a Rusia, que permitirían a la firma explorar los vastos recursos petroleros rusos en el Ártico.
jue 15 diciembre 2016 06:15 AM
Tillerson
Tillerson La oportunidad de abrir la puerta al petróleo ártico ruso representaría el logro máximo para Tillerson como jefe de Exxon Mobil (Foto: © Kevin Lamarque / Reuters/REUTERS)

Rex Tillerson tiene vínculos profundos con Rusia y en 2011 los utilizó para reclamar lo que podría ser la próxima gran frontera petrolera para ExxonMobil.

El presidente ruso, Vladimir Putin, fue en persona a Estados Unidos para celebrar el acuerdo de explorar los vastos y vírgenes recursos petroleros de Rusia en el Ártico.

Pero la transacción tuvo que ser congelada debido a las sanciones estadounidenses y europeas impuestas a Rusia en 2014.

Si alguna empresa estadounidense se beneficiaría de levantar las sanciones contra Rusia, sería Exxon. Y con Tillerson siendo designado como Secretario de Estado de Trump, el hombre de Exxon de toda la vida podría estar en una posición privilegiada para ganar ese caso.

"Es en el mejor interés de Exxon que se levanten las sanciones. De entre todas las compañías de energía, Exxon sería el mayor beneficiario", dijo Brian Youngberg, analista senior de energía de Edward Jones que cubre a Exxon.

Lee: Rex Tillerson, de jefe de Exxon al gabinete de Donald Trump

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El acuerdo con la empresa petrolera estatal rusa Rosneft no era algo ordinario. Representó una apuesta masiva en el próximo medio siglo de la industria petrolera, y Tillerson "apostó su carrera" en ella, según Fadel Gheit, un veterano analista de energía de Oppenheimer.

"El Ártico es la nueva frontera porque es territorio virgen, la cantidad de petróleo allí podría ser impactante", dijo Gheit.

nullExxon estima que podría haber perdido hasta 1,000 millones de dólares debido a las sanciones. Además, las sanciones suponían un enorme obstáculo que impidió que Exxon desarrollara activos valiosos en un momento en que los viejos yacimientos petrolíferos de la compañía se están agotando.

Los comentarios anteriores de Tillerson han dejado claro que él no es fanático de las sanciones. En mayo de 2014, Tillerson dijo que Exxon "no apoya las sanciones" porque no son eficaces a menos que estén bien implementadas, y eso es difícil de hacer.

El líder de Exxon tampoco ha sido tímido acerca de un deseo de reanudar las operaciones en el Ártico ruso.

"Estamos muy ansiosos por volver a trabajar allí", dijo Tillerson a analistas de la industria en marzo.

Lee: Rex Tillerson es nombrado secretario de Estado pese a crítica por nexo con Rusia

Vínculos

Aunque Tillerson dijo que las sanciones obligaron a Exxon a "desmantelar toda la capacidad e infraestructura" que tenía en el Ártico ruso, la compañía no ha perdido su posición allí. Dijo que Rusia "ha hecho cosas para ayudarnos a mantener los derechos que tenemos".

Por supuesto, los vínculos financieros directos de Tillerson con Exxon probablemente tendrán que ser cortados si es aprobado para dirigir el Departamento de Estado. Las 600,000 acciones que posee podrían ser vendidas o colocadas en fondos de inversión regulares para evitar un conflicto de interés.

Sin embargo, CNNMoney informó que a Tillerson también se le han prometido más de 2 millones de acciones de Exxon en la próxima década. Ese botín, que vale una asombrosa cantidad de 184 millones de dólares a precios corrientes, plantea cuestiones éticas y legales, dado el tremendo impacto que el principal diplomático de la nación tiene sobre los negocios de Exxon.

Tillerson también ha estado en Exxon toda su carrera, y ha ganado más de 240 millones de dólares desde 2006. Y su papel en Exxon es la causa por la que Tillerson fue considerado para un puesto de gabinete tan prestigioso en primer lugar.

nullEstos asuntos podrían dar que pensar a los legisladores cuando deliberen para confirmar la nominación de Tillerson. El senador republicano Marco Rubio ya dijo que tiene "una seria preocupación" acerca de Tillerson como el próximo secretario de Estado, el cual dijo que debe estar "libre de conflictos de interés".

Algunos dudan que Exxon estaría invirtiendo fuertemente en el Ártico ruso ahora mismo de cualquier manera. Los actuales bajos precios del petróleo dificultan justificar el gasto de fajos de billetes para encontrar y bombear el petróleo notoriamente escurridizo del Ártico.

"Sería desconcertante para cualquiera invertir en el Ártico a los precios actuales del petróleo", dijo Pavel Molchanov, un analista de Raymond James que cubre a Exxon. "La importancia de Rusia no debe ser exagerada, no es lo más importante ni todo para Exxon".

Lee: OPINIÓN: El riesgo de poner al jefe de Exxon como secretario de Estado de EU

Pero Gheit de Oppenheimer argumenta que Exxon está jugando a largo plazo en Rusia, al no dar importancia a los precios bajos (pero en aumento) de hoy en día.

"No construyes pozos mirando a tu reloj, y tomará dos o tres generaciones de ejecutivos de Exxon para obtener los beneficios", dijo.

Costo

Las cifras exactas sobre cuánto planea gastar Exxon en el negocio con Rosneft son difíciles de averiguar. El costo inicial en el momento del anuncio era de 3,200 millones de dólares, pero Gheit cree que la eventual inversión durante cuatro o cinco décadas podría estar entre los "cientos de miles de millones".

nullLa importancia de que Exxon encuentre la próxima gran frontera petrolera no debe ser subestimada.

Las compañías petroleras están agotando constantemente sus propios activos conforme pasa el tiempo. El pasado trimestre, Exxon bombeó unos increíbles 2.2 millones de barriles de petróleo al día; petróleo que eventualmente necesitará ser reemplazado con nuevos hallazgos en algún lugar.

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"Necesitan adquirir una empresa del tamaño de Hess cada año —para siempre— solo para mantener su producción plana", dijo Gheit.

El acuerdo de Rosneft también es crucial para el legado personal de Tillerson en Exxon. Además de la incertidumbre del negocio con Rosneft, la gestión de 10 años de Tillerson como CEO de Exxon carece del acuerdo transformacional que su predecesor Lee Raymond puede presumir con la fusión de 1999 con Mobil.

"Tillerson no tiene una gran huella que haya dejado atrás, excepto el Ártico. Este es el logro supremo de su carrera", dijo Gheit.

Chris Isidore, Julia Horowitz y Jill Disis contribuyeron a este reporte.

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