Las exportaciones mexicanas de vehículos compactos sufren por la gasolina barata
El bajo precio de la gasolina en Estados Unidos le quita interés a la compra de autos compactos en ese país. Una mala noticia para México cuyo principal producto de exportación son precisamente este tipo de vehículos.
Los autos compactos y subcompactos consumen menos gasolina que las camionetas y pickups, por lo que eran la apuesta de las armadoras para cumplir con los límites máximos de emisiones planteados durante la administración de Barack Obama, dijo Guido Vildozo, analista de IHS especializado en el sector automotriz, durante el Congreso Internacional de la Industria Automotriz (CIIAM).
De ahí que seis de las ocho plantas anunciadas para México en los últimos cinco años están destinadas a la producción de autos compactos. La mayoría de esta producción tiene como destino el mercado estadounidense .
Pero la caída en los precios del petróleo en 2014, que tiró el galón de gasolina a dos dólares en ese año, quitó presión al bolsillo de los consumidores estadounidenses, quienes se volcaron hacia los vehículos de mayor tamaño.
Mientras que en 2012 las SUV, pickups y crossovers representaron 49% de los vehículos vendidos en Estados Unidos, en 2016 fueron 62%. Actualmente los autos compactos y subcompactos constituyen 38% de las ventas en ese mercado, dijo Mike Jackson, director de estrategia e investigación de OESA, la asociación que agrupa a los proveedores de autopartes en Estados Unidos.
En el mercado estadounidense, las ventas de modelos como el Jetta, que Volkswagen produce en la planta de Puebla, bajaron 7.6% el año pasado. El Ford Fiesta producido en Cuautitlán cayó 24.3% ; el Nissan Versa ensamblado en Cuernavaca, 8.5%, y el Chevrolet Sonic que sale de Ramos Arizpe, retrocedió 14.7%, según cifras de la industria.
En contraste, las ventas del Jeep Compass, que desde febrero se ensambla en Toluca, crecieron 31.7% en 2016.
Continuará tendencia en el precio de las gasolinas
Las proyecciones de la consultora IHS muestran que el precio del barril de petróleo no rebasará los 70 dólares hasta 2020, lo que mantendrá el galón de gasolina por debajo de los 3 dólares.
“Mientras el precio del galón de gasolina no pase los cuatro dólares, los consumidores estadounidenses no estarán interesados en un compacto o subcompacto”, dijo Vildozo.
Debido a esta recomposición en la demanda del mercado estadounidense, los especialistas prevén que las exportaciones mexicanas de vehículos compactos desaceleren a partir del segundo semestre de este año. Las plantas más expuestas serán aquellas enfocadas a la producción de vehículos compactos altamente dependientes del mercado estadounidense.
Los especialistas coinciden en que para que esta desaceleración en las exportaciones no afecte la producción de casi cuatro millones de unidades proyectadas para 2017, hay que estimular al mercado interno, que podría absorber unas 300,000 unidades adicionales al millón seiscientos mil que ya consume.
Además hay que buscar nuevos mercados para los vehículos compactos producidos en México, como Europa, Asia o Medio Oriente –como hizo KIA para la planta de Pesquería-, o cambiar el tipo de vehículos que se producen en los complejos, como Fiat Chrysler (FCA).
“La recomposición del mercado estadounidense motivo a la corporación a cambiar los planes de producción. Dejamos de ensamblar el (subcomapcto) Fiat 500 en Toluca, para empezar a ensamblar el Jeep Compass”, dijo Andrés Chávez, director de compras y calidad de FCA México.