La industria aérea cree que el nuevo aeropuerto no estará listo en 2020
La industria aérea ve lejana la posibilidad de que el Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México quede listo para el 20 de octubre de 2020, la fecha que fijó el gobierno federal para que despegue el primer vuelo.
“El 2020 no lo vemos realista. Vemos difícil que en poco más de dos años el aeropuerto esté listo para esa apertura. Ahí es en donde la industria tiene que trabajar más cerca con el gobierno para ver cuál es una expectativa razonable”, dijo en entrevista Peter Cerda, vicepresidente regional para las Américas de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés).
La demora en la inauguración no es grave para el sector aéreo, siempre que se logre construir un aeropuerto eficiente, con nuevas tecnologías que beneficien tanto al pasajero como a las aerolíneas, agregó el representante de la industria, en el marco del 14 Foro Líderes de la Aviación de la Asociación de América Latina y del Caribe del Transporte Aéreo (ALTA) que se celebra esta semana en Buenos Aires.
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“Para nosotros ya es un tema, no cuándo se va a inaugurar, pero que tengamos el mejor aeropuerto posible en México, que pueda seguir creciendo para los próximos 50 años, eso es lo que buscamos”.
Sin embargo, el nuevo aeropuerto capitalino puede iniciar sus operaciones con una capacidad rebasada frente a la demanda de pasajeros estimada para ese año. El proyecto, que cuenta con una inversión total de 180,000 millones de pesos, planea albergar unos 55 millones de usuarios al año, pero ALTA pronostica que la necesidad para esa fecha puede ser de hasta 59 millones de viajeros.
Para hacer este tipo de observaciones, los representantes de la industria aérea global se reúnen en promedio cada seis meses con las autoridades para contribuir de manera indirecta en este proyecto. Sin embargo, este seguimiento se ha complicado, ante la falta de información y colaboración con las autoridades, relató Cerda.
“Estamos preocupados por el proceso que se ha ido llevando a cabo en la construcción del aeropuerto mexicano, pero tenemos una oportunidad todavía”, destacó.
A este falta de transparencia se suma la carencia de un mecanismo que controle el gasto realizado para el proyecto, según concluyó la Auditoría Superior de la Federación en su revisión a la Cuenta Pública de 2016. La instancia revisora detectó un total de 22,010 millones de pesos ejercidos entre 2011 y 2016, sin vigilancia por parte de algún organismo de la administración central.