¿Los Juegos Olímpicos resultarán en un mal negocio para Brasil?
El Gobierno de Brasil dio la voz de alarma este sábado sobre las malas ventas de boletos para los Juegos Olímpicos a tan sólo cinco meses de que Río de Janeiro reciba este evento de verano en Sudamérica.
Además de las preocupaciones por el virus del Zika, la elevada criminalidad y la importante crisis política que amenazan con empañar la ceremonia de apertura el 5 de agosto, Brasil se enfrenta ahora a la embarazosa perspectiva de tener los estadios vacíos.
Hasta ahora, se han vendido solo el 50% de las entradas para los Juegos Olímpicos, según el portavoz del comité organizador de Rio-2016, Phil Wilkinson. Para los Juegos Paralímpicos la cifra es mucho peor: sólo se ha vendido el 12%.
¿Una solución?
Ricardo Leyser, quien ha reemplazado esta semana a George Hilton como ministro de Deportes, dijo en una entrevista con el periódico Folha que estaba trabajando en un plan para aumentar las ventas.
Una de las posibles medidas podría ser que el gobierno compre los tickets sobrantes, especialmente los de los Juegos Paralímpicos, y que los distribuya entre las escuelas.
"Hay una percepción de que la población brasileña no se ha despertado todavía para los Juegos. Estamos trabajando enérgicamente en esto porque todavía no está en la cabeza de la gente. Necesitamos dar la voz de alarma para que la gente recuerde este evento y vaya y compre boletos", dijo.
Los ‘contras’
Brasil ha sufrido un bombardeo de noticias negativas durante la fase previa a los Juegos, con los que se hizo en 2009, cuando Brasil era un país políticamente estable y con unas muy buenas perspectivas económicas de crecimiento.
Pero ahora se encuentra en una profunda recesión, el presupuesto de los Juegos ha sufrido recortes y el Gobierno está paralizado en medio de una guerra por un impeachment a la presidenta Dilma Rousseff, quien clama que es víctima de un golpe de Estado.
Una investigación por corrupción puso de manifiesto que políticos y hombres de negocios del más alto nivel participaron en un esquema de malversación masiva durante años bajo el mandato del predecesor de Rousseff, Luiz Inácio Lula da Silva, quien se enfrenta a cargos criminales.
A esto se suma el brote del zika, un virus transmitido por mosquitos que se cree que está vinculado a graves malformaciones en recién nacidos, que ha provocado varias advertencias para los turistas.
Leyser dijo a Folha que él y su ministerio se centraban en conseguir que los Juegos Olímpicos estén listos y que no se distraerían con las batallas políticas en Brasilia.
"El ministerio está extremadamente ocupado con las actividades cotidianas. Tenemos que completar los trabajos, no tenemos tiempo de pensar en el impeachment", dijo.
Leyser explicó también que las preparaciones en el ámbito de la seguridad eran "críticas", especialmente tras los recientes ataques terroristas en París y Bruselas.
Pero, además de la amenaza terrorista, los agentes de seguridad tendrán que centrar su trabajo en la violencia de sus calles, con delincuentes frecuentemente armados.