5 razones que han puesto a Dilma Rousseff 'contra la pared'
¿Por qué Dilma Rousseff está contra las cuerdas en Brasil?
Este domingo, la Cámara de Diputados en Brasil determinará si aprueba o rechaza que continúe el proceso de impeachment contra la presidenta Rousseff, que ha estado en el ojo del huracán por sus presuntos vínculos con el desvío de finanzas públicas en el país latinoamericano.
De ser aprobada por los diputados, la moción para llevar a cabo un juicio político contra la mandataria escalaría al Senado. En caso de que proceda la iniciativa de impeachment, Rousseff sería removida de su cargo temporalmente para dar paso a una investigación en su caso.
Pero, ¿cómo llegó a este punto? Estas son 5 claves entender la adversidad ante la que se encuentra Dilma Rousseff:
1. Finanzas
Durante el gobierno de Dilma Rousseff, las autoridades aumentaron fuertemente el gasto, a tal grado que erosionaron las cuentas públicas. Como consecuencia, el país sudamericano registró su primer déficit presupuestario en más de una década, durante 2014.
Esta es la principal razón por la que el legislativo ha solicitado una moción de impeachment contra la mandataria. La medida cita la manipulación de cuentas fiscales y la firma de decretos de liberación de créditos suplementarios sin la aprobación del Congreso como indicios de delitos que justifican el inicio del proceso en su contra.
Partidarios del gobierno dicen que la presidenta no cometió ningún delito y dicen que el proceso es un intento de "golpe".
2. Caso Petrobras
Este es el peor escándalo que ha sacudido las finanzas de Brasil y ha arrastrado al país a la recesión económica.
Decenas de empresarios y políticos se encuentran involucrados en una trama de desvío de fondos y fraude a la petrolera paraestatal brasileña Petrobras por una cantidad estimada de 4,000 millones de dólares en una década.
En abril del año pasado, Rousseff aseguró que se habían expulsado a todos los ejecutivos corruptos de la petrolera y negó haber conocido del esquema de corrupción que se desarrolló mientras era presidenta de Petrobras, entre 2003 y 2010.
Sin embargo, el escándalo ha seguido sacudiendo los cimientos políticos del país y ha señalado a varios políticos como presuntos participantes de esta trama...
3. Lula da Silva
Quien fuera predecesor en la presidencia brasileña y mentor político de Rousseff, Luiz Inacio Lula Da Silva, ha desatado inconformidad en grandes sectores de la población desde marzo, cuando se reveló que está siendo investigado por la justicia brasileña por presuntos vínculos con el caso Petrobras.
El viernes 11 de marzo, el exmandatario brasileño fue acusado formalmente de lavado de dinero y fraude de identidad por encubrir la propiedad de una casa de descanso. Esa situación provocó que cientos de miles de brasileños salieran a las calles dos días después para exigir la destitución de la presidenta Rousseff.
El 17 de marzo, Rousseff nombró a Lula como su jefe de gabinete, luego de que se diera a conocer una filtración telefónica donde la mandataria le indicaba que le había enviado un documento para que formara parte de su cuerpo de gobierno , ante el álgido clima político. Ese mismo día, un juez federal anuló el nombramiento de Lula.
Actualmente, el Tribunal Supremo de Brasil, máxima corte del país sudamericano, estudia el caso del expresidente y líder del Partido de los Trabajadores.
4. Recesión
Brasil vive su peor recesión económica en las últimas décadas.
Desde finales del mandato pasado de Rousseff, que concluyó en 2015, se vislumbraban problemas económicos debido a la devaluación del real , el desempleo creciente y a la alta inflación.
Sin embargo, lo rígido del presupuesto no ha ayudado a la mandataria a sanear las finanzas públicas: cerca de 90% del gasto presupuestario de Brasil es obligatorio por ley , lo que implica que solo hay un escaso margen para hacer recortes significativos sin reducir la inversión pública o los programas sociales.
En octubre del año pasado, Rousseff anunció que reduciría su gabinete presidencial para hacer frente a los problemas económicos del país. Sin embargo, esas medidas no han bastado para hacerle frente a una contracción económica de 3.8%, tan solo durante 2015.
En febrero, la calificadora Moody’s bajó la calificación crediticia de Brasil de ‘Ba2’ a ‘Baa3’ y lo colocara en perspectiva negativa. En tanto, este viernes, el economista jefe del Fondo Monetario Internacional para el Hemisferio Occidental estimó que el país se contraerá otro 3.8% este año, en línea con 2015.
5. Impopularidad
La popularidad de Rousseff, quien asumió hace cinco años como la primera presidenta de Brasil, ha caído significativamente desde su reelección en 2014, cuando consiguió 51% de aprobación popular.
En octubre de 2015, cuando se dio a conocer la recesión económica y el megafraude a Petrobras, su nivel de aprobación descendió a menos de 10%, de acuerdo con la agencia AFP.
Con información de EFE y Reuters.