La Casa Blanca acepta renuncias de altos funcionarios del Departamento de Estado
El gobierno de Donald Trump dijo a cuatro altos funcionarios del Departamento de Estado que sus servicios ya no eran necesarios, como parte de un esfuerzo para "limpiar la casa", de acuerdo con dos altos funcionarios de la administración federal.
Patrick Kennedy, quien sirvió durante nueve años como subsecretario de Administración, las secretarias auxiliares de Administración y Asuntos Consulares, Joyce Anne Barr y Michele Bond, y Gentry Smith, director de la Oficina de Misiones Extranjeras, recibieron cartas de la Casa Blanca en las que se les informó que sus servicios ya no eran necesarios, según fuentes de CNN.
Los cuatro, oficiales de carrera que desempeñaban cargos designados por el presidente, presentaron cartas de renuncia por tradición al comienzo de una nueva administración.
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Las respuestas de la Casa Blanca decían que sus dimisiones fueron aceptadas y se les agradeció por sus servicios.
La Casa Blanca por lo general pide a los funcionarios de carrera en esas posiciones que permanezcan unos meses en sus puestos hasta que sus sucesores son confirmados.
"Cualquier implicación de que estas cuatro personas renuncien es errónea", dijo un alto funcionario del Departamento de Estado.
"Esta gente es leal al secretario, al presidente y al Departamento de Estado, no hay ningún intento aquí para desmentir al presidente, la gente no está renunciando y huyendo con disgusto, es la limpieza de la casa de la Casa Blanca".
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Mark Toner, portavoz del Departamento de Estado, dijo en un comunicado que "estos cargos son nombramientos políticos y requieren que el presidente los nombre y que el Senado los confirme en estas funciones; no son nombramientos de carrera, pero de plazo limitado".
"De los oficiales cuya renuncias fueron aceptadas, algunos continuarán en el servicio exterior en otras posiciones, y otros se retirarán por elección o porque han excedido los límites de tiempo de su grado en servicio", apunto.
En la lista está también el secretario asistente de seguridad diplomática, Gregory Starr.
Starr había regresado de la jubilación después del ataque de 2012 al consulado estadounidense en Benghazi y prometió quedarse hasta el final de la administración Obama.
"Esto había estado en curso durante más de un año", dijo otro funcionario. "Salió de la jubilación y prometió permanecer fuera de la administración. Aún si Hillary Clinton o Bernie Sanders hubieran sido elegidos, se jubilaría".
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Los despidos dejan un enorme agujero de gestión en el Departamento de Estado, con un total de 150 años de experiencia institucional entre todos los funcionarios nombrados.
Victoria Nuland, subsecretaria del Departamento de Estado para Europa, tampoco se le pidió que se quedara.
En su carta de despedida, Bond dijo a sus colegas: "Ha sido un honor servir con usted como Secretario Auxiliar durante los últimos 17 meses, y haber representado a los Estados Unidos como un oficial de servicio exterior durante 40 años".
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La Asociación Americana del Servicio Exterior indicó en un comunicado que ve a muchos empleados dignos del Departamento de Estado como reemplazos adecuados.
"Las habilidades que se necesitan para estos puestos son extremadamente raras fuera del Servicio Exterior, dado el talento disponible en nuestro cuerpo diplomático. Esperamos que el nuevo secretario no tendrá problemas para encontrar a las personas adecuadas en el Departamento de Estado para llenar a su equipo de liderazgo", indicó el grupo.
